Acapulco (México), 21 feb (EFE).- Un motín dejó al menos a 20 policías heridos este lunes en el interior de un penal del balneario mexicano de Acapulco, un hecho acontecido mientras autoridades de la cárcel realizaban el traslado de reos a otros centros.
«En cuanto a los Policías estatales que resultaron lesionados durante este hecho, informamos que suman un total de 20 elementos, quienes presentan distintos tipos de heridas, como contusiones, fracturas y uno de ellos resultó con traumatismo craneoencefálico», indicó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del sureño estado de Guerrero en un comunicado.
Con anterioridad, se había informado de 17 policías estatales heridos y de cuatro miembros de la Guardia Nacional.
Según las autoridades, los hechos ocurrieron en la madrugada de este lunes cuando se inició el proceso de traslado de 94 hombres y 61 mujeres a otros penales federales.
Ese momento fue aprovechado por un grupo de reos: Unos “50 internos de otros dormitorios alteraron el orden y se organizaron para intentar evitar el traslado”, explicó el organismo en otro boletín.
A continuación, los reos ocuparon el edificio administrativo del penal.
Minutos después, cuerpos de seguridad de la Policía estatal y de la Guardia Nacional acudieron al lugar para disuadir a los reos amotinados, que respondieron al operativo dejando 13 policías heridos y cuatro miembros de la Guardia Nacional con lesiones.
El comunicado no especifica el estado de salud de los agentes.
Ante estos hechos, familiares de las personas internas en el penal se dieron cita afuera de las instalaciones para conocer el estado de salud de los reos.
Esposas que se encontraban dentro del centro, durante una visita conyugal, confirmaron que hubo detonaciones de arma de fuego, y que algunas de ellas permanecieron encerradas durante el operativo de traslado y posterior conflicto.
“A mí me golpearon, no se vale. Uno va de visita nada más y no te tienen porqué están golpeando, y se me hace una injusticia porque ni siquiera te dan información adónde se los llevaron y no te dejan ni acercarte”, denunció una mujer a medios.
Los familiares expresaron que se encontraban al menos treinta mujeres de visita cuando ocurrieron los hechos, y que también quedaron varios reos heridos, denunciando que no conocen su estado de salud.
Aunque se logró disolver el motín, hasta el momento se mantiene en el área un operativo por parte del Ejército, Guardia Nacional, Policías estatales, ministeriales y preventivos.
«La situación en el interior del penal ha quedado restablecida y se mantienen actividades normales», apuntó el texto.
México registra periódicamente motines y enfrentamientos en sus penales, donde a menudo prevalecen las condiciones hacinamiento y al autogobierno -el control de las instalaciones- por parte de los reos.
A principios de enero, un total de 56 internos resultaron lesionados en una riña en el penal de Apodaca, en el norteño estado de Nuevo León.
Ese mismo mes apareció el cadáver de un bebé en un penal del céntrico estado de Puebla que fue extraído de un panteón de la Ciudad de México días antes.
Uno de los casos más graves en las últimas décadas ocurrió el 11 de febrero de 2016, cuando murieron 60 reclusos en un motín registrado en el penal de Topo Chico, en la zona metropolitana de la ciudad mexicana de Monterrey (norte).
Mientras que en julio de 2017, 28 internos murieron -5 de ellos fueron decapitados- en el mismo penal de Acapulco.
Y tan solo hace una semana se registró una riña en el penal de Iguala, donde siete reos resultaron heridos.
Los hechos violentos en las cárceles mexicanas son comunes. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, durante 2020 se registraron 926 riñas, 70 homicidios y ocho motines en el sistema penitenciario.