Buenos Aires, 9 may (EFE).- La ley de Identidad de Género cumple este lunes diez años desde su sanción en Argentina, donde se celebra como un «hito» y un hecho «histórico» pero también como «un primer paso» la norma que reconoce el derecho de las personas a ser inscritas en su documento de identidad según su nombre, foto e identidad de género autopercibida.
La sanción de la ley el 9 de mayo de 2012 fue resultado de la lucha del colectivo travesti trans, que además de permitir cambiar el documento de identidad de forma gratuita y sin necesidad de gestor o abogado ni operarse o recibir tratamientos hormonales, permite acceder a tratamientos hormonales e intervenciones quirúrgicas para adecuar su cuerpo a la identidad elegida en el sistema de salud sin requerir autorización judicial, aunque aún con cierta dificultad.
El Senado conmemoró el décimo aniversario de la ley con un acto encabezado por el senador peronista Carlos Alberto Linares, junto con la Federación Argentina LGBT+ (Falgbt) y la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta) y otros dirigentes, quienes reivindicaron a la entonces presidenta (2007-2015) y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y se pasaron videos de los argumentos de los senadores, quienes sancionaron sin votos negativos la norma.
La titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires e integrante de la comisión directiva del Falgbt, María Rachid, recordó en el acto que la norma argentina fue «la primera ley en el mundo que no patologizaba a las personas trans», sino que «solo pide la manifestación de la voluntad de cada persona», que incluye a los niños y adolescentes y a las personas migrantes.
La (Falgbt) recordó que, desde la sanción, 12.655 personas hicieron el cambio registran en sus documentos de identidad y que la ley permitió avanzar hacia «la igualdad real», en sus redes sociales, pero la considera como “un primer paso” para reparar el daño que la comunidad travesti trans atravesó a lo largo de la historia argentina.
En el acto se levantaron pañuelos por la sanción de una ley Integral Trans, que engloba las necesidades del colectivo, y se pidió una ley Antidiscriminatoria, para una población que aún padece estigma y discriminación.
«El estado argentino tiene que reparar», dijo la presidenta de Attta, Marcela Romero, en el acto. «Hay que hacer una reparación por todos los años que vivimos las mujeres y hombres y personas trans bajo la persecución, sometimiento, tortura del gobierno militar y de gobiernos democráticos».
Romero pidió además un aplauso para las «las compañeras» que «dejaron la vida y dejan la vida todavía en la exclusión social».
La Cámara de Diputados también realizó este lunes un acto de celebración de las transformaciones con testimonios de cinco referentes de la comunidad sobre la sanción hace diez años de la ley y diputados que votaron la norma, que se complementa con una muestra fotográfica y actuaciones teatrales y musicales.
Las cuentas de Twitter de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, y del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad señalaron que la ley significa “más derechos, más libertad, mejor democracia para hacer un país más justo” y publicaron un video con testimonios sobre el significado: “Es una ley sanadora, y a mí a mi comunidad le hizo muy bien”, cuenta Lourdes Antonella Arias.
La ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, calificó de “hito en el reconocimiento de derechos LGBTI+” en Twitter, en tanto, la Secretaría de Derecho Humanos tuiteó que “esta normativa histórica y pionera en el mundo permitió que Argentina se colocara a la vanguardia en la ampliación de derechos”.
La ley de identidad de género se complementó con el decreto para instaurar el documento no binario y se sumó a la ley de Matrimonio Igualitario o de Cupo Laboral Travesti Trans, entre otras. EFE
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