Lima, 13 may (EFE).- El Gobierno peruano concedió a la empresa estatal Petroperú un préstamo de 750 millones de dólares para que responda a sus obligaciones de este año fiscal y se evite así una «severa limitación» en el suministro y la comercialización de combustibles, según información oficial replicada este viernes.
A través de un decreto de urgencia publicado en el diario oficial El Peruano, el Ejecutivo señaló que la inyección de recursos responde a la necesidad de impedir el incumplimiento de Petroperú con sus proveedores de combustible debido al impacto negativo del alza de los precios de los hidrocarburos y la rebaja de su calificación crediticia.
El documento puntualiza que, a corto plazo, esto generó «un grave problema de liquidez» para la petrolera estatal, teniendo obligaciones por vencer por un moto de 750 millones de dólares y cuyo incumplimiento conllevaría a una mayor presión financiera sobre Petroperú, sobrecostos operativos y desabastecimiento de combustible en el país.
«Resulta necesario y urgente adoptar medidas extraordinarias orientadas a mitigar los efectos adversos en la economía que se generarían por un eventual desabastecimiento de combustible a nivel nacional, lo que afectaría tanto a la población en general y a los sectores económicos en su conjunto», justifica la norma.
El préstamo será reembolsado al Ministerio de Economía y Finanzas por Petroperú en un plazo que concluye el 31 de diciembre de 2022, con una tasa de interés equivalente a la tasa de referencia del Banco Central de Reserva vigente a la fecha del desembolso.
En 2021, la estatal obtuvo una participación en el mercado de diésel y gasolinas de 40 % y 55 %, respectivamente, y atendió el 35 % de la demanda de Gas Licuado del Petróleo (GLP) en el norte del país.
El presidente del directorio de Petroperú, Humberto Campodónico, anunció en abril pasado que los estados financieros del año pasado estarían auditados probablemente en julio próximo, tras el retraso ocasionado por la anterior administración de la compañía.
La reciente crisis en la petrolera peruana llevó a las clasificadoras de deuda Standard & Poor’s y Fitch a reducir la calificación crediticia de Petroperú por la falta de transparencia financiera, agudizada por el retraso para tener sus estados financieros del año pasado auditados.