Buenos Aires, 23 may (EFE).- El nivel de desaprobación por parte de los ciudadanos a los presidentes de países de Latinoamérica se mantuvo en niveles elevados en marzo y abril pasado, de acuerdo a los datos de un sondeo regional de imagen presidencial difundidos este lunes en Buenos Aires.
Según el más reciente monitoreo bimestral de aprobación presidencial en 18 países de América Latina, elaborado por la organización no gubernamental Directorio Legislativo, la mayoría de los Gobiernos de la región se están consolidando en niveles de desaprobación altos o muy altos e, incluso, aquellos que transitan la etapa inicial de sus mandatos experimentan caídas aceleradas de aprobación.
«Hay una tendencia muy sólida evidenciada en desaprobaciones altas -por sobre los niveles de aprobación-, en la mayoría de las presidencias de la región», observó Mario Riorda, presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigaciones en Campañas Electorales y director de la Maestría en Comunicación Política de la Universidad Austral, al analizar los resultados del sondeo.
El experto apuntó que en la actualidad se conjugan en la región dos fenómenos: caídas rápidas de aprobación al poco inicio de los mandatos de gobierno y desaprobaciones consolidadas en formatos «gravados o híperagravados».
RÁNKING DE APROBACIÓN
Según el sondeo, el ránking de presidentes latinoamericano con mayor nivel de aprobación lo lidera el mexicano Andrés López Obrador (56 % de aprobación), seguido por el chileno Gabriel Boric (39 %), el brasileño Jair Bolsonaro (30 %), el colombiano Iván Duque (26 %), el argentino Alberto Fernández (25 %) y el peruano Pedro Castillo (22 %).
En tanto, el ránking de desaprobación lo encabeza Castillo (71 %), seguido por Duque (69 %), Fernández (60 %), Bolsonaro (53 %), López Obrador (41 %) y Boric (41 %).
En términos netos, descontando el porcentaje de desaprobación al porcentaje de aprobación, sólo López Obrador quedó en terreno positivo (15 %), mientras que el mayor nivel neto de desaprobación lo posee Castillo (-49 %), seguido por Duque (-39 %), Fernández (-35 %), Bolsonaro (-23 %) y Boric (-2 %).
«A quienes les va mal en términos de opinión pública no han sabido surfear la gobernabilidad en contextos de sistemas políticos de partidos rotos. La atomización ha generado expectativas que no fueron fáciles de satisfacer. Y los históricos partidos políticos ya no alcanzan para sostener gobernabilidad o bien, liderazgos fuertes de otrora, acompañando, no han sabido contribuir positivamente en estos procesos, como Colombia, Argentina y Bolivia, por ejemplo», señaló Riorda.
Añadió que a quienes les va mal en términos de opinión pública algunas veces han encarnado «liderazgos cerrados», gobernando «tribalmente con dinámicas cerradas, dogmáticas, poco flexibles, excluyentes, como el caso brasilero», mientras que en otros casos «no han sabido reconocer que llegaron porque los predecesores fueron muy malos, no por méritos propios» y en otras ocasiones «han sido pura cáscara», un «producto publicitario que nada tenía que ver con un proyecto de gobierno».
«Por supuesto que son sólo algunas aristas para analizar. La situación económica, los sistemas de medios, los actores sociales, todos han incidido y contribuido a cada situación. A pesar de ello, lo cierto es que muchos que llegan al gobierno lo sufren, lo padecen. Y la sociedad también», afirmó.
INFLACIÓN
Según el sondeo, la inflación, que se ha acelerado en la región desde el conflicto bélico en Ucrania, es el principal motivo de preocupación de la ciudadanía en Argentina, Chile y Costa Rica, y figura entre los más importantes en Brasil, donde, además, es el indicador económico que se ve con más pesimismo.
En Argentina y Brasil, las personas encuestadas consideran que el Gobierno es muy responsable por el escenario inflacionario y dudan de la capacidad del Ejecutivo para gestionarla.
En Chile, en tanto, la población asigna más responsabilidad al empresariado que al Gobierno, aunque cree que las posibilidades de controlar la inflación dependen del Ejecutivo.
Algo más de 9 de cada 10 ciudadanos advierten que el costo de vida ha aumentado en Brasil, Colombia y Perú, país este último en donde el 81 % de los encuestados asegura que sus ingresos no le alcanzan para cubrir sus gastos.