Bridgetown, 15 jun (EFE).- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, recomendó a los países «proteger el gasto social» en esta época de crisis e inflación, pero implementando políticas «eficientes» para evitar «mayores déficits y deudas a corto plazo».
En una entrevista con Efe este miércoles en Barbados, donde se encuentra de visita para participar en unas conferencias, Georgieva afirmó que será «difícil» para los gobiernos subsidiar el costo de los alimentos y la energía, cuyos precios se han disparado debido a la guerra en Ucrania.
«La guerra en Ucrania está lastrando el crecimiento y elevando la inflación. Los altos precios de los alimentos y la energía dañan los presupuestos de todas las familias, pero son devastadores para las personas que ya viven en la pobreza», lamentó.
Para ayudar a lograr «un equilibrio adecuado» entre el gasto social y el déficit, la directora gerente del FMI indicó que es preferible otorgar subsidios directamente a las personas y revisar las exenciones de impuestos mal enfocadas, entre otras medidas.
ENFOQUE EN LOS MÁS NECESITADOS
«La principal prioridad es garantizar que las personas puedan pagar los alimentos y la electricidad. Aconsejamos a los países proteger el gasto social para garantizar que nadie pase hambre», dijo.
Para ello, Georgieva, directora gerente del FMI desde 2019, indicó que el FMI ayuda a los gobiernos a aprender a «estirar cada dólar, de modo que sea más beneficioso para quienes más lo necesitan».
«Los pagos directos a las familias generalmente son mejores que los subsidios de precios que benefician a los más acomodados», subrayó la que fuera también directora general del Banco Mundial entre 2017 y 2019.
Georgieva explicó que desde el FMI ayudan asimismo a los países «a planificar a mediano y largo plazo» para garantizar que «puedan apoyar a las personas ahora y continuar pagando los préstamos y accediendo al crédito en el futuro».
«El aumento del gasto social puede conducir a mayores déficits y deudas a corto plazo. Al mismo tiempo, las medidas para reducir la inflación aumentarán los costos de los nuevos préstamos y el pago de interés de la deuda existente», advirtió.
AJUSTES DE PRECIOS Y REFORMAS FISCALES
En su opinión, una forma de gestionar esta situación es «permitir que los precios internos se ajusten a los precios internacionales más altos y, al mismo tiempo, brindar ayuda temporal y bien dirigida a los hogares más pobres».
«Si los programas de redes de seguridad no están bien desarrollados y existen subsidios de precios, los gobiernos pueden permitir que los precios aumenten más gradualmente, pero esto les sale más caro», apostilló.
Georgieva, quien también fue vicepresidenta de Presupuesto y Recursos Humanos de la Comisión Europea, dijo que es fundamental proteger además el gasto en salud, educación e inversión pública.
«Esto se puede pagar con reformas fiscales como fortalecer los impuestos sobre la renta y garantizar que se centren en quienes tienen más capacidad de pago. Esto impulsará el crecimiento y lo hará más inclusivo, y ayudará a los países a pagar la deuda con el tiempo», señaló.
Por ello, aconsejó a los gobiernos «revisar de nuevo las exenciones de impuestos mal enfocadas o regresivas que están drenando recursos de necesidades urgentes».
«Los gobiernos pueden ahorrar dinero al frenar los subsidios derrochadores y hacer que el gasto social sea más eficiente», aseveró.
APOYO AL CARIBE
Georgieva, que en Barbados participa en varias conferencias sobre cómo construir un Caribe más resiliente, aseguró que el FMI está preparado para brindar apoyo a los países del Caribe a medida que las economías regionales parecen encaminarse hacia un equilibrio más profundo de pagos y déficit fiscal.
«Estamos listos para dar un paso al frente. Contamos con un conjunto flexible de herramientas de préstamo para ayudar a amortiguar los efectos de la crisis actual. Esto puede incluir necesidades urgentes de moneda extranjera para pagar las costosas importaciones de alimentos y combustible o devolver los préstamos», afirmó.
La responsable del FMI reconoció que las economías del Caribe se han visto «especialmente afectadas en los últimos dos años» y se han contraído «tres veces más que el promedio mundial» debido al cierre del turismo durante la pandemia de la covid-19.
Por eso, el FMI proporcionó alrededor de mil millones de dólares estadounidenses en financiación a nueve países del Caribe para «ayudarlos a capear el impacto económico que causó la pandemia», agregó.
«Afortunadamente -continuó- esperamos que las economías de la región vuelvan a estar en territorio positivo, con un crecimiento previsto del 3,7 % en nuestro último informe Perspectivas de la Economía Mundial». EFE
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