Buenos Aires, 16 jun (EFE).- El Gobierno argentino enmendó el Presupuesto nacional de 2021, que fue prorrogado tras el rechazo parlamentario al proyecto del presupuesto 2022, para «adaptar» el marco presupuestario a las consecuencias globales de la guerra en Ucrania, sin cambiar las metas fiscales y de crecimiento económico acordadas con el FMI, informaron este jueves fuentes oficiales.
Esta modificación, oficializada a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial, pretende «fortalecer la planificación presupuestaria y alcanzar los objetivos fiscales» planteados en el programa económico consensuado con el Fondo Monetario Internacional a principios de año para refinanciar un préstamo de más de 40.000 millones de dólares.
«El decreto mantiene las pautas anuales que veníamos trabajando y sostiene el crecimiento en el mantenimiento del gasto social, el gasto en capital y todas aquellas inversiones que tienen que hacerse para que sigamos en la senda de crecimiento del empleo y redistribución del ingreso», aseguró la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, en una rueda de prensa en Buenos Aires.
Según detalló el Ministerio de Economía en un comunicado, la modificación del presupuesto está motivada, principalmente, por el impacto de la guerra en Ucrania sobre los precios internacionales del gas natural licuado y de otros combustibles líquidos, lo que generó un aumento del gasto en subsidios energéticos «que se desacelerará a lo largo del año».
Asimismo, el Gobierno dispuso un refuerzo transitorio de los ingresos para unas 16 millones de personas vulnerables por el alza en los precios de los alimentos, una situación que provocó una aceleración del crecimiento del gasto en términos reales que repercutió en el resultado fiscal del segundo trimestre.
Con esta actualización presupuestaria, el Ejecutivo confía en terminar el año con un déficit fiscal primario equivalente al 2,5 % del PIB y un crecimiento económico del 4 %, en línea con lo acordado con el FMI.
SEGMENTACIÓN DE SUBSIDIOS
El Gobierno argentino publicó otro decreto que establece un nuevo régimen de segmentación de los subsidios energéticos para los hogares residenciales: el sector más acomodado pagará la tarifa de electricidad completa, el sector intermedio pagará un incremento porcentual no mayor al 80 % del coeficiente de variación salarial (cvs) del año anterior y el sector de menores ingresos abonará una subida porcentual no mayor al 40 % del cvs.
La primera categoría abarca a los hogares con ingresos mensuales superiores a tres canastas básicas totales y media (333.410 pesos o 2.710 dólares), así como a las personas que sean titulares de tres o más automóviles con antigüedad menor a cinco años o que tengan tres inmuebles en propiedad, entre otros requisitos.
La portavoz presidencial aclaró que tan sólo un 10 % de la población vive en hogares de estas características, los cuales dejarán de recibir subsidios energéticos a partir de junio.
«El 90 % de la población, no sólo la más vulnerable sino también la del segmento medio, no va a recibir ningún otro tipo de aumento de los que se imputaron en los primeros meses del año (21,4 % y 42,7 %, respectivamente)», aseguró Cerruti.
