Ciudad de México, 10 ago (EFE).- El ingreso de los equipos de rescate del Ejército mexicano a un pozo de El Pinabete, una mina carbonífera colapsada hace una semana por una inundación en el norte del país y en la que 10 mineros quedaron atrapados, tuvo que ser suspendido al no haber condiciones de seguridad para la exploración.
Al pozo 4 de la mina, que se ubica en el municipio de Sabinas, estado de Coahuila, norte de México, ingresó el Equipo de Respuesta Inmediata del Ejército mexicano pero casi tres horas después se tuvo que suspender la misión al «no haber condiciones de seguridad», dijeron familiares de los mineros atrapados a medios de comunicación, tras recibir información de las autoridades.
Las familias de los mineros atrapados permanecen a las afueras de la mina con la esperanza de que sean rescatados con vida.
La entrada de los rescatistas al pozo de la mina, de unos 60 metros de profundidad, ocurrió alrededor de las 17.00 horas (22.00 GMT) por medio de una especie de jaula o cápsula de metal, también llamada «cápsula de la vida’.
El aparato, que tiene como función subir y bajar a los mineros durante su jornadas de trabajo en el lugar, es una especie de polea impulsada por un motor.
Según reportes de personas que trabajan cerca de los equipos de rescate y que ofrecieron la información a los medios, entre ellos Efe, junto con el equipo del Ejército también ingresó un minero que conoce el pozo y puede dar información clave a los rescatistas.
La entrada de los militares ocurrió tiempo después de que autoridades mexicanas expresaran su confianza de «estar a horas» de ingresar a la mina donde 10 mineros permanecen atrapados desde las 13.35 hora local (18.35 GMT) del 3 de agosto.
Este miércoles, la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) informó en redes sociales que habían iniciado los trabajos para retirar los pilotes de madera que obstruyen el paso en el pozo 4.
Esto para permitir que un buzo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) llevara a cabo una exploración inicial de las condiciones existentes dentro de la mina, la cual ocurrió unas horas más tarde.
El martes, el Gobierno mexicano dijo que perforaría 5 nuevos pozos para extraer agua en la mina colapsada.
Ese día, la coordinadora nacional de Protección Civil de México, Laura Velázquez, en videoconferencia desde el lugar, dijo que todavía «no existían las condiciones» para el ingreso de cuerpos de búsqueda y rescate, lo que se confirmó este miércoles.
En tanto, en su conferencia diaria, desde el Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que el derrumbe se dio como resultado de la perforación de una pared que contenía una gran cantidad de agua almacenada que inundó la mina.
Y explicó que cinco mineros que están a salvo al exterior de la mina «afortunadamente lograron salir casi expulsados por la misma inundación».
El lunes, las autoridades mexicanas ingresaron un dron acuático para evaluar y revisar las condiciones de la mina, esto con el objetivo de que buzos rescatistas ingresarán al sitio.
El derrumbe de la mina recuerda los trágicos accidentes que se han presentado en México en los últimos años.
De acuerdo con la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de mineros fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre, también en Coahuila, se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería en esta zona de carbón desde entonces.