Tegucigalpa, 29 jul (EFE).- La reactivación económica que Honduras busca a partir de este miércoles, después de casi cinco meses de confinamiento, no está garantizada totalmente porque al lado tiene la pandemia de COVID-19, que sigue creciendo, según el científico Marco Tulio Medina.
«Creo que en este momento no podemos decir que una apertura pueda garantizar totalmente que la economía va a despegar, porque tenemos al lado la pandemia», indicó el profesional hondureño en entrevista con Efe vía Zoom.
Agregó que la situación ha venido siendo evaluada en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) con el Departamento de Salud Pública y la Facultad de Ciencias Económicas, y el apoyo del también científico hondureño Salvador Moncada, que reside en Londres, a través de la Fundación Honduras Global.
«Se han hecho los análisis de la curva epidemiológica en relación a la pandemia que afecta a Honduras actualmente, en la cual ya tenemos arriba de 39.000 casos y más de 1.100 muertos», indicó Medina, exdecano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Unah.
El análisis se ha hecho con representantes de la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y el Consejo Hondureño de la Empresa Provada (Cohep), haciéndoles ver lo que se está viviendo en varias ciudades de Estados Unidos como Nueva York y Houston, lo mismo que en el Reino Unido y Francia, por ejemplo.
NUEVO INTENTO PARA LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA
A mediados de junio, luego de una paralización y confinamiento obligado por la pandemia de COVID-19, que afecta desde marzo pasado al país, se inició una gradual «reactivación económica inteligente», a través de la «fase uno».
Pero una semana después fue suspendida en varias regiones con alta incidencia de contagios con la mortal enfermedad, entre ellas San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos ciudades más importantes del país, porque muchas personas, incluso a nivel de empresas y mercados, no guardaron las medidas sanitarias de seguridad.
Esas regiones se han mantenido en la «fase cero», pero ante la grave situación que enfrentan micros, pequeños, medianos y grandes empresarios, la Mesa Multisectorial que conoce de la pandemia le recomendó la semana pasada al Gobierno volver a la «fase uno» en aquellas zonas de los 18 departamentos del país que están inactivas.
El Gobierno accedió a la recomendación y el martes aprobó, en una reunión del Consejo de Ministros, encabezado por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, que a partir de hoy «el comercio y empresas en general puedan reanudar sus actividades y negocios».
La reanudación se debe hacer «de acuerdo con el porcentaje de fuerza laboral, conforme a la región autorizada, utilizando los protocolos de bioseguridad aprobados por la Secretaría del Trabajo y Seguridad Social», indicó el Gobierno en un comunicado.
El país ha sido distribuido en tres regiones y los comercios y empresas autorizadas, según la programación, podrán hacer uso de su fuerza laboral entre el 20 y el 60 por ciento.
La reanudación de la «fase uno» excluye a una treintena de municipios de varios de los 18 departamentos del país, por la alta incidencia de casos de COVID-19 que han registrado en los últimos días, según la resolución gubernamental.
LO RECOMENDABLE ES MANTENER LA «FASE CERO»
Aunque la situación económica es muy difícil para el país, que además está sufriendo el cierre de muchas empresas, el científico Marco Tulio Medina considera que en las regiones más afectadas por la pandemia, lo recomendable es mantenerlas en la «fase cero».
La pandemia ha dejado en Honduras, desde marzo, al menos 1.214 muertos y 40.460 contagios, pero esas cifras, según Medina, podrían ser mayores, porque las pruebas de laboratorio van con retraso.
Medina recordó que hay «zonas diferenciadas que tienen una mayor cantidad de casos de mortalidad», entre las que figuran ciudades importantes como San Pedro Sula, Tegucigalpa y Choluteca, en el norte, centro y sur del país, a lo que suman otras regiones del occidente y oriente que han mostrado una tendencia progresiva de la mortal enfermedad.
No obstante, subrayó, hay regiones como Tegucigalpa -con una población de 1,5 millones de habitantes-, en las que en la última semana ha habido «una tendencia hacia una disminución de los casos de contagio y la mortalidad», reduciendo además los hospitalizados en sus principales nosocomios.
La situación es más difícil en zonas como el sur y oriente, donde los hospitales se están saturando de pacientes, aunque en las principales ciudades se están abriendo centros de triaje, algunos por parte del Gobierno y otros por grupos de sociedad civil, lo que ha aliviado un poco la carga en los nosocomios públicos.
Medina subrayó que hay diferentes progresiones en el territorio nacional, pero que en lo que respecta a lo económico, «hay un grave problema debido a que la población está teniendo dificultades para obtener dinero».
«Incluso, el tema de la alimentación en la población, se ha visto severamente afectado, en las calles de Honduras se observan muchas personas mendigando alimentos y sabemos que, en el caso del Gobierno, se ve en dificultades para pagar los sueldos a los empleados a nivel estatal», añadió el profesional hondureño.
ESTRATEGIAS ECONÓMICAS SIGUIENDO CICLO DE LA PANDEMIA
En opinión de Medina, si se abre la economía, se debe hacer utilizando estrategias -como las recomendadas por la Unah- que puedan seguir el ciclo de la enfermedad, para ir viendo de manera gradual que realmente no se está saturando el sistema de salud.
Otro problema que enfrenta el país, que siempre ha tenido un deficiente sistema sanitario, es que a causa de la pandemia, que ha acaparado los hospitales públicos, «no se puede atender otras enfermedades igualmente graves y comunes».
Son muchos los pacientes que, en condiciones normales, a diario buscan atención por enfermedades renales, cardiovasculares, dengue e infecciones de otra índole, pero por la pandemia del coronavirus ahora no pueden ser atendidos, acotó Medina.
«El otro gran problema está ligado a la incapacidad de poder controlar epidemias, como por ejemplo del dengue, que igualmente ha provocado muchos daños en Honduras», enfatizó el científico.
Medina reiteró que se debe hacer una evaluación «muy cuidadosa de la apertura en el área económica» del país, «en vista de que ya tenemos experiencia a nivel internacional, donde ha habido retrocesos en países de América Latina o en Estados Unidos».
Incluso en Honduras, ya hubo problemas con el primer intento de la reactivación económica, recordó Medina, al señalar que en lo que respecta al sector de la economía informal, que representa un alto porcentaje nacional, «ha sido pobremente evaluado».
La recomendación de la Unah sobre la reactivación económica es más científica, académica, pero igual implica el gran cuidado que se debe tener para ir frenando a la vez la pandemia de COVID-19.
Germán Reyes