Asociados con flores, frescura y augurio, el 21 de septiembre se celebran dos acontecimientos importantes: la llegada de la primavera y el Día de la Juventud, época en la que todos están llenos de alegría.
Si bien se trata de una fecha inigualable para la población joven del país, no se debe dejar de lado que este grupo constituye un segmento importante y de gran relevancia para el futuro de la nación, por lo que es imprescindible darle una solución a los desafíos que aquejan a este sector en la actualidad. Nos referimos a la informalidad, el acceso a un empleo digno, como también el acceso a una educación digna y de calidad.
En Paraguay, se estima que el 27% de la población total del país es joven, ya que 2 millones de personas de las 7,3 millones de habitantes del territorio nacional tienen entre 15 y 29 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Del total de este grupo etario, el 50,8% son hombres, lo que representa un total de 995.977 personas; mientras que el 49,2% son mujeres, alrededor de 964.855.
Además, el mayor número de esta población etaria se encuentra concentrada en las áreas urbanas del país, con una cifra de 1.280.052 personas, es decir el 65,3%, mientras que cerca de 680.780 jóvenes (alrededor del 34,7%) viven en las áreas rurales.
Se podría decir que muchos de estos jóvenes migran del campo a la ciudad en busca de un futuro más prometedor, pero de acuerdo a datos oficiales, en este rango de edad (15 a 29 años) solo poco más de la mitad de la población estudia, es decir, que el 50,8% del total asiste a una institución de enseñanza formal o superior.
Asimismo, de esta cifra se puede ver que existe una asistencia superior a los colegios o universidades en las áreas urbanas, con un 55,4%, frente al 42,3% registrada en las zonas rurales.
En esta misma línea, es importante resaltar que de acuerdo al INE, las personas ocupadas sumaron 3.458.166 en el segundo trimestre del 2022, de las cuales 2.021.710 son hombres, mientras que 1.445.546 son mujeres, es decir, más del 50% del campo laboral está siendo ocupado por hombres.
De esta cifra, el 36,6% de la población trabajadora se concentra entre los 30 y 44 años de edad, mientras que el 13,5% es de 25 a 29 años. En una menor medida están los jóvenes de 20 a 24 años, con una participación del 12,2%; y por último, con 5,9%, están los adolescentes de 15 a 19 años.
Se podría pensar que el mayor número de personas ocupadas se encuentra en la población a partir de los 30 años debido a que las personas de 19 años en adelante están trabajando en menor medida al encontrarse siguiendo alguna carrera universitaria.
Sin embargo, de acuerdo con el informe del INE, en el grupo de personas ocupadas, el 29% cuenta con un promedio de estudios de 10 a 12 años, es decir, que cuentan tan solo con un bachillerato concluído.
Por su parte, las personas que concluyeron solo la educación inicial, con un promedio de estudio de 4 a 6 años, representan el 21,8%; mientras que las personas que cuentan con un estudio de 16 a 18 años constituyen el 17% de todo el sector trabajador del país, lo que significa que hay una menor cantidad de personas con títulos universitarios ocupando los distintos puestos laborales.
Precaria situación laboral
A esta poca formación profesional de los jóvenes se suma la precaria situación laboral en la que se encuentran trabajando. De los 2 millones de jóvenes (15 a 29 años) registrados en el país, cerca de 1.289.853 trabajan, es decir, 6 de cada 10 jóvenes se encuentran realizando algún tipo de actividad económica, de los cuales tan solo el 32,1% aporta a la seguridad social.
En este sentido, la psicóloga empresarial Silvia Fretes manifestó que esta menor participación de los jóvenes en el mercado laboral puede deberse a que existe una desconexión entre lo que los jóvenes pueden llegar a ofrecer y lo que las empresas esperan recibir.
«En la actualidad hay un problema de deserción escolar a nivel regional inclusive y eso también resta las posibilidades de oportunidades laborales y, por sobre, todo la adquisición de trabajos formales».
Silvia Fretes, psicóloga empresarial
Igualmente, Fretes resaltó que esta escasa presencia de la instrucción profesional en jóvenes se traduce posteriormente en condiciones laborales precarias y elevada informalidad. En este sentido cabe resaltar que el ingreso promedio mensual de esta población es de G. 1.991.000, lo que no llega al salario mínimo vigente, de G. 2.550.307.
Informalidad
Otra de las grandes problemáticas de la población juvenil de nuestro país es la informalidad laboral. En este sentido, tan solo en el 2021 Paraguay tenía un total de 1.805.425 personas trabajando en esta situación. De este total que se encontraba en la informalidad, 688.385 personas tenían entre 15 a 29, es decir, el 38,1% del total de los ocupados informales eran jóvenes.
En detalles, el reporte del INE señala que la informalidad laboral llega al 94,5% en el grupo de personas de entre 15 y 19 años de edad, ya que 176.807 de los 187.076 de ocupados en ese rango etario trabajan en condiciones poco dignas. Cabe mencionar que esta es la etapa en que por lo general se accede al primer empleo.
Además, 275.851 jóvenes de entre 20 a 24 años -de 371.841- también estaban trabajando de manera informal al cierre del año pasado, lo que significaba el 74,2% del total de los ocupados de esa edad.
Según datos del INE, igualmente, 253.727 personas de entre 25 y 29 años se encontraban en esta situación, de un total de 390.438 personas, representando el 60,4% de los ocupados en la edad mencionada.
El acceso a un empleo estable
La titular del Ministerio de Trabajo, Carla Bacigalupo, señaló que a partir de los 29 años en adelante las personas encuentran un trabajo estable, ya que de acuerdo a registros oficiales, desde los 29 hasta los 64 años de edad existe una tasa de ocupación mayor.
“El mayor número de hombres y mujeres que trabajan de forma estable es a partir de los 29 años de edad. El empleo joven, sobre todo el empleo joven de mujeres, es el más difícil de mejorar, ahí influyen muchos factores, pero son las mujeres jóvenes las que más sufren el desempleo”.
Carla Bacigalupo, ministra de Trabajo
En este punto, manifestó que crear más oficios técnicos en mujeres es el camino para que estas puedan emprender en forma sostenible, con una capacidad que les genere buenos ingresos.
Explicó que Paraguay se encuentra en un proceso de recuperación del empleo, ya que el mercado laboral fue bastante afectado por la llegada de la pandemia en el 2020. Recordó que en aquel entonces la tasa del desempleo llegó a 11,5%, mientras que en la actualidad esta se encuentra en 6,7%
“Llegamos a tener más de 600.000 personas en desocupación y hoy ya solamente tenemos 243.000 en desocupación o desempleo abierto. Realmente el empleo en las mujeres es el que mejoró y obviamente cuando hablamos de mujeres hablamos mayormente de mujeres jóvenes”, indicó la ministra.
Reconoció que este descenso de la tasa de desocupación se debe en gran medida a las acciones llevadas adelante en el marco del plan nacional de empleo impulsado por el Ministerio del Trabajo, como también a las diferentes medidas económicas y de impulso que fueron realizadas a lo largo de estos dos últimos años.