Brasilia, 21 sep (EFE).- El Banco Central de Brasil mantuvo este miércoles la tasa básica de interés en el 13,75 % anual y, tras 12 subidas consecutivas, frenó las alzas que venía imponiendo al costo del dinero desde el año pasado para enfrentar la inflación.
En su sexta reunión del año, 7 de los 9 miembros del Comité de Política Económica del Banco Central votaron por mantener la tasa actual. Otros dos pedían un aumento de 0,25 puntos porcentuales, lo que habría elevado los tipos hasta el 14 % anual.
La decisión de mantener los tipos tomada por el ente emisor se dio por la desaceleración de los precios y estuvo acorde con las proyecciones del mercado.
En agosto la inflación desaceleró un 0,36 %, la segunda baja consecutiva de la tasa, tras la deflación registrada en julio (-0,68 %), un efecto de la caída de los precios de la gasolina luego de que el Gobierno de Jair Bolsonaro, quien busca ser reelegido el próximo 2 de octubre, redujera los impuestos sobre combustibles, energía y telecomunicaciones.
La autoridad monetaria prevé que los precios del petróleo se mantendrán estables hasta dentro de 6 meses y que habrá alzas en las tarifas de energía hasta el próximo año, por lo que calcula que Brasil terminará 2022 con una inflación de 5,8 %.
«El Comité entiende que esta decisión refleja la incertidumbre en torno a sus escenarios y un balance de riesgos con una variable aún mayor a la habitual para la inflación prospectiva, y es compatible con la estrategia de convergencia de la inflación en torno a la meta en el horizonte relevante, que incluye la del año 2023 y, en menor medida, 2024».
«Sin perjuicio de su objetivo fundamental de garantizar la estabilidad de precios, esta decisión implica también suavizar las fluctuaciones en el nivel de actividad económica y promover el pleno empleo», agregó.
Los tipos, que continúan en el más alto nivel de los últimos 6 años, se dispararon desde el 2,00 % anual en el que se ubicaban en febrero de 2021 al 13,75 % anual actual.
Se trata de una subida de 11,75 puntos porcentuales desde marzo del año pasado, en el más largo ciclo de alzas desde 1999.
Las alzas en los tipos de interés registradas desde marzo de 2021 fueron adoptadas por el Emisor para frenar la subida de los precios, que llegaron a ubicarse en el 12,13 % interanual en abril, la más alta tasa de los últimos 18 años, por los efectos de la pandemia de la covid-19 y de la guerra en Ucrania.
Aunque la inflación ha menguado y en agosto la tasa se ubicó en el 8,73 % interanual, continúa en uno de sus niveles más altos de los últimos años y por encima de la meta fijada por el Banco Central.
Para este año, la autoridad monetaria se impuso una meta de inflación del 3,50 % con un margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo, con lo que el techo se ubica en el 5 %.
Los economistas calculan que Brasil cerrará 2022 con una inflación de 6 %, previsión levemente más optimista que la del Gobierno (6,4).
Con base en esas proyecciones y pese al encarecimiento del dinero, los analistas y el Gobierno calculan que el crecimiento económico del país este año estará en torno al 2,7 %.
En 2021 la economía de la potencia suramericana creció un 4,6 %, su mayor subida en la última década, con lo que compensó la histórica caída del 3,9 % que el PIB sufrió en 2020 por los efectos de la covid-19.
En cuanto a los intereses, los analistas estiman que se mantendrán en la actual tasa hasta junio de 2023, cuando comenzarán a bajar hasta ubicarse en el 11,25 % en diciembre del próximo año.
