Buenos Aires, 27 sep (EFE).- La calificadora de riesgo Moody’s afirmó este martes la calificación Ca (inversión altamente especulativa) para el Gobierno argentino como emisor de deuda a largo plazo en moneda local y extranjera, una nota que se mantiene con perspectiva «estable».
Según indicó Moody’s en un comunicado, la decisión de afirmar la calificación tiene en cuenta el acceso limitado de Argentina al mercado, la «débil gobernanza» y el «historial de reestructuraciones de deuda recurrentes» del país pero también sus «esfuerzos recientes para organizar medidas fiscales y monetarias» orientadas a comenzar a abordar los desequilibrios macroeconómicos que padece la nación suramericana.
«En este nivel de calificación, la perspectiva estable implica que es poco probable que las condiciones crediticias generales mejoren materialmente y, en consecuencia, las pérdidas esperadas se mantienen alineadas con las asociadas con una calificación de Ca», explicó la agencia.
Moody’s indicó que Argentina actualmente enfrenta una serie de desafíos macroeconómicos que «probablemente prolonguen los riesgos crediticios existentes».
«La falta de acceso al mercado y los persistentes desequilibrios macroeconómicos continúan socavando el perfil crediticio soberano», afirmó la calificadora.
Según Moody’s, a pesar de que Argentina firmó en marzo pasado un programa de facilidades extendidas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la «falta de consenso político sobre el ritmo y la dirección de la consolidación fiscal probablemente obstaculizará la capacidad del Gobierno para cumplir de manera consistente con los objetivos» de ese acuerdo.
Asimismo, observó que la falta de acceso «adecuado y constante» al mercado sigue siendo una de las principales restricciones crediticias de Argentina.
También marcó el problema de la elevada inflación en Argentina (78,5 % interanual en agosto) y proyectó que los precios al consumidor acumularán este año un alza del 85 % y del 80 % en 2023, «con riesgos al alza para ambas proyecciones».
«La inflación es muy susceptible a las perturbaciones del tipo de cambio y una devaluación abrupta, como la provocada por la falta de suficientes reservas internacionales para defender la moneda, impulsaría la inflación aún más», advierte el informe.
Sobre las reservas, la calificadora dijo que estas se situaron en 37.600 millones de dólares el 21 de septiembre pasado, pero advirtió que las reservas «utilizables» suman menos de 2.000 millones de dólares si se excluyen del cálculo los «swaps «de divisas, ciertos depósitos del sector privado y préstamos bilaterales oficiales.