Brasilia, 5 ene (EFE).- La excandidata presidencial Simone Tebet asumió este jueves el Ministerio de Planificación de Brasil en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, y se presentó desde ya como una «voz divergente» en la definición de las políticas económicas.
«Tengo una absoluta coincidencia con las pautas sociales y de costumbres» de este nuevo Gobierno, pero «vine a parar en un área en la que tengo divergencias», dijo Tebet al asumir un cargo clave del equipo económico de Lula.
Subrayó su visión más liberal de la economía, en contraposición con el estatismo que prima en el Gobierno, pero apuntó que el propio líder progresista le ha pedido que ejerza esa «voz divergente», pues «así es que se construye la verdadera democracia».
Aún con esas diferencias, garantizó que su despacho, responsable por la definición de los presupuestos estatales, trabajará junto con el ministro de Economía, Fernando Haddad, para volver a situar a los más pobres y vulnerables en el centro de las políticas públicas.
«Los pobres estarán prioritariamente en los presupuestos, junto con los ancianos, los niños, la comunidad LGBTQIA+» y «todos los que han sido invisibles» en los últimos años, declaró en alusión a la gestión del expresidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha.
Citó que hoy «33 millones de brasileños pasan hambre, otros 125 millones están en situación de inseguridad alimentaria» y «unos 40 millones de trabajadores tienen empleos informales», y garantizó que «todos serán contemplados en los presupuestos», con «el cuidado necesario para no desestabilizar las cuentas públicas».
También subrayó que, entre los objetivos del equipo económico, estará la elaboración de un «plan nacional para el desarrollo nacional», que tenga en cuenta las diferencias económicas entre los estados de Brasil, donde la mayor parte de la riqueza se concentra en la región sureste.
«No podemos permitir que la cara de la pobreza brasileña siga siendo la de la mujer del norte o del noreste», enfatizó.
Tebet fue candidata a la Presidencia y quedó en tercer lugar en la primera vuelta de los comicios de octubre pasado, con un 4,2 % de los votos. En la segunda apoyó decisiva y activamente a Lula, quien se impuso a Bolsonaro con una diferencia de 1,8 puntos porcentuales.
La nueva ministra de Planificación es senadora por el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), una de las formaciones de centroderecha que se sumó al «frente amplio» constituido por Lula y encabezado por el progresista Partido de los Trabajadores (PT).