Santiago de Chile, 14 ene (EFE).- El presidente chileno, Gabriel Boric, llamó este sábado a los partidos de oposición a reincorporarse a la mesa de seguridad de la que se salieron tras los polémicos indultos de fin de año a 12 presos del estallido social y a un antiguo miembro del grupo radical armado Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
“Quiero hacer un llamado para que nos volvamos a sentar a la mesa para combatir la delincuencia todos juntos”, dijo el mandatario en un acto en el Centro Cultural Estación Mapocho de la capital.
Horas más tarde, en otra actividad del Partido Comunista, insistió en un nuevo llamado «a todas las fuerzas políticas a que se sienten de nuevo a la mesa”.
Boric señaló que el debate político hoy «está muy centrado en la élite respecto de si la derecha se sube o se baja de la agenda de seguridad».
Según el presidente, bajo esta lógica en el debate «se pierde de vista que lo que importa son los chilenos y chilenas que están viviendo con miedo en sus barrios”.
“Pareciera que a la política se le olvidó el pueblo“, añadió.
La coalición de derecha «Chile Vamos» decidió retirarse de forma indefinida de las negociaciones de la mesa de seguridad, encabezada por la ministra de Interior, Carolina Tohá, quien fijó este acuerdo como uno de sus grandes objetivos desde que llegó al cargo en septiembre, y cuyo cierre esperaba concretar el 3 de enero.
Además del bloqueo de las conversaciones, que abordaban asuntos en torno al narcotráfico, la delincuencia y el crimen organizado, entre otros, la coalición conservadora impulsó un juicio político contra la titular de Justicia, Marcela Ríos, quien renunció hace una semana por la gestión de los indultos.
Boric admitió «desprolijidades» en su decisión de los indultos y la ministra portavoz del Gobierno, Camila Vallejo, afirmó luego que el resultado hubiera sido «distinto» si el presidente «hubiese tenido todos los elementos a la vista».