Bogotá, 17 ene (EFE).- El Ejército colombiano trasladó nueve toneladas de ayuda humanitaria para 170 familias afectadas por un gigantesco derrumbe en el municipio de Rosas, en el departamento del Cauca (suroeste), informaron fuentes castrenses este martes.
Las ayudas fueron donadas por los habitantes de Popayán, la capital departamental, gracias a una campaña realizada por el Ejército en la cual se recolectaron alimentos, ropa, calzado, frazadas, implementos de aseo para familias de los caseríos La Soledad, Chontaduro, Altos de las Hierbas, Párraga Viejo y Santa Clara, que resultaron afectadas.
Tropas de la Tercera División del Ejército trasladaron esas ayudas en helicópteros y las distribuyeron en los albergues temporales dispuestos por las autoridades para atender la emergencia.
El deslizamiento, ocurrido el pasado 9 de enero y que no dejó víctimas pero sí más de 900 damnificados, borró del mapa un tramo de la vía Panamericana, la principal del suroeste del país, que conecta con el sur del continente y es la única en esa zona en condiciones para transportar pasajeros y carga.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, visitó Rosas y aseguró que se comprará un terreno ubicado en una hacienda para que las familias damnificadas puedan tener un sitio seguro para vivir, pues la zona arrasada por el alud quedó inhabitable.
El cierre de la Panamericana ha causado desabastecimiento a 64 municipios del vecino departamento de Nariño.
Para sortear el tramo destruido los conductores tienen que tomar vías alternas, como el llamado «Trampolín de la muerte», en el departamento del Putumayo, una carretera que, además de ser peligrosa por los abismos y su mal estado, no es apta para vehículos pesados, lo que aumenta el tiempo de viaje en por lo menos 10 horas.
A raíz de esa situación, en Cali, capital del Valle del Cauca, los precios de alimentos provenientes del sur del país, como la papa, zanahoria, pepino, leche, queso y lechuga, entre otros, han subido más de un 50 %.
En Nariño la crisis es peor. Miles de personas hacen fila en las gasolineras para abastecer sus vehículos pues los camiones cisterna que llevan la gasolina y el diésel tienen que dar una larga vuelta por Ecuador para volver a entrar a Colombia.
De acuerdo con la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo), solamente en Pasto, capital de Nariño, hay 635 gasolineras en riesgo de desabastecimiento total.