San Salvador, 19 ene (EFE).- Una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública de la Universidad Centroamericana (Iudop) dada a conocer este jueves señala el «uso casi nulo» del bitcoin en El Salvador en 2022 y la persistencia de «opiniones desfavorables» entre la población sobre el criptoactivo.
«Los datos muestran que la implementación de esta criptomoneda no ha significado cambios para la economía familiar de la población, y que su uso ha sido casi nulo», indicó el Iudop.
Agregó que «al cierre de 2022, la encuesta revela que persisten las opiniones desfavorables sobre el bitcoin».
El 16,9 % de los salvadoreños opinó que la economía salvadoreña «ha empeorado» con la adopción de este activo digital como moneda de curso lega. El 65,1 % indicó que «ha seguido igual» y el 11,7 % que «ha mejorado».
El Salvador se convirtió en septiembre de 2021 en el primer país del mundo convertir al bitcoin en su moneda, junto al dólar estadounidenses, y se convirtió en la principal apuesta económica del Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Sin embargo, diversos economistas han señalado que los beneficios prometidos por las autoridades no se han cumplido.
Al preguntar en particular sobre la economía familiar, el 5,7 % dijo que mejoró, el 10 % que empeoró y el 81,7 % que se mantiene igual a antes de su aprobación en la Asamblea Legislativa.
La encuesta también indica que el 26,3 % de los salvadoreños opinó que el beneficio del bitcoin es para «los ricos», el 21,9 % señaló que es para los «inversionistas extranjeros» y el 16,1 % consideró que es para el Gobierno o el presidente.
«Los datos muestran que 61 de cada 100 salvadoreños piensan que el bitcoin ha beneficiado solo a un sector privilegiado, como los ricos, los inversionistas extranjeros y los empresarios», acotó el Iudop.
Añadió que 74 de cada 100 ciudadanos manifestó no haber utilizado el bitcoin durante 2022, el 21 % dijo que lo usó una vez y el 5 % nunca.
La encuesta del Iudop se realizó entre el 14 y 22 de diciembre con una muestra de 1.273 entrevistas a nivel nacional, un nivel de confianza del 95 % y un margen de error de más o menos el 2,7 %.
