Ciudad de México, 13 feb (EFE).- El Gobierno mexicano aumentará su déficit fiscal y deuda como porcentaje del producto interno bruto (PIB) en los próximos dos años, ante la presión de terminar los proyectos de infraestructura prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador y el aumento de los costos de endeudamiento, estimó este lunes la calificadora Fitch Ratings.
“Esperamos que el índice de deuda aumente levemente, a poco más del 50 % del PIB para 2024, en parte debido a las bajas tasas de crecimiento seculares y al aumento de los costos de endeudamiento”, señaló la calificadora en su más reciente reporte.
Fitch añadió que también espera un déficit más alto en 2023 (3,9 %) y 2024 (3,5 %), en comparación con la estimación oficial preliminar de 2022 de 3,2 %, “ya que el gobierno de AMLO (Andrés Manuel López Obrador) busca completar proyectos de infraestructura prioritarios antes de las elecciones de mediados de 2024”.
Sin embargo, la calificadora rechazó que este aumento temporal en el gasto de capital represente una desviación de los marcos fiscales prudentes que han caracterizado al Gobierno mexicano; aunque los déficits “son algo más altos que en el pasado”, siendo que el promedio de estos es de 2 % en los cinco años anteriores a la pandemia “y podría poner la deuda/PIB en un camino ascendente gradual”.
En este sentido, Fitch aseguró que la calificación soberana (BBB, estable) del país se mantiene “respaldada por un marco de política macroeconómica prudente”, resultado de una estimación por debajo de la mediana de la categoría “BBB” de 56,2 %.
PEMEX AÚN PESA SOBRE LAS FINANZAS MEXICANAS
La calificadora también proyectó que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) aún pesará sobre las finanzas del Gobierno mexicano, aunque «no podrá garantizar la deuda de la paraestatal debido al marco legal que no lo permite».
Sobre la deuda de Pemex, Fitch estimó que la petrolera estatal mexicana requerirá de 18.000 millones de dólares entre 2023 y 2025 para financiar su flujo de caja en negativo y abordar las necesidades de refinanciamiento.
“Creemos que esto requerirá el apoyo del gobierno (cuán grande será esto dependerá en parte de los precios del petróleo y la capacidad de Pemex para aprovechar fuentes alternativas de financiamiento), pero no esperamos que el gobierno garantice explícitamente la deuda de Pemex, ya que está prohibido por la legislación actual”, consideró.
Pemex anunció el mes pasado una emisión de bonos por 2.000 millones de dólares, con vencimientos a 10 años y precios de rendimiento superiores al 10 %.
Aunque la calificadora contrastó que solo refinanciará parcialmente 6.100 millones de dólares de deuda que vencen en el primer trimestre de 2023, por lo que “sus altas necesidades de refinanciamiento y gasto de capital subrayan nuestra expectativa de que el Gobierno (mexicano) continuará brindando apoyo financiero ‘ad hoc’”.
“Los altos vencimientos durante la próxima década y el aumento de los gastos por intereses restringirán la flexibilidad financiera y la liquidez de la empresa”, apuntó el análisis de Fitch.