La Habana, 13 feb (EFE).- Una fila de personas -la mayor este lunes en la Feria Internacional del Libro de La Habana- se amontona para entrar en un pasillo. Adentro no hay ofertas literarias, sino materiales para el colegio y objetos de papelería.
En medio de una crisis económica, agravada desde hace casi tres años por la pandemia, con escasez de bienes básicos y una inflación galopante, más de un cubano ha acudido a la edición 31 del máximo evento literario de la isla a comprar útiles escolares difíciles de hallar en el día a día.
«Estamos buscando cuadernos y fomi (material esponjoso para manualidades)», le dice a EFE Mayelin Díaz, de 51, quien acaba de llegar a la sede central de la Feria, en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, junto con su sobrina, que estudia el sexto grado.
No es la única. Isbel, de 54, dice en la misma cola que ella está ahí porque «hay más opciones, puedes comprar más cosas (para los niños)».
Si en esta jornada hubo una constante entre los cientos de personas que circulaban en el lugar, es una gran cantidad de padres con sus hijos buscando «un poco de todo» en los pabellones. La literatura quedó en lo secundario.
A unos metros de Isbel, Berlania, de 48 años, atiende un estand que bien podría ser una papelería de cadena, con pizarras colgadas en el muro y mesas llenas de cuadernos, lápices y correctores de tinta.
«La gente adquiere aquí productos que escasean. La feria es un evento muy importante para adquirirlos», relata a EFE esta encargada, que lleva varios años vendiendo sus productos en el evento.
El movimiento, en especial para ser un lunes al mediodía, es bueno pero son pocos los que se acercan a los puestos con libros con títulos famosos, como las novelas infantiles de Harry Potter. Sus precios pueden superar los 4.000 pesos cubanos (unos 32,5 dólares al cambio oficial), prácticamente el sueldo medio de un cubano.
Díaz también se queja del precio de algunos de los materiales para los pequeños: «Yo he visto libros para niños de hasta 300 pesos (2,4 dólares)».
La diferencia reside, en muchos casos, de si los libros son de una editorial cubana, que tienen precios mucho más económicos, o si se trata de ejemplares importados.
A diferencia de los últimos años, Berlania nota «mucha más gente» y un «gran ambiente». Aunque lo cierto es que son pocos los asistentes con un libro recién comprado bajo la axila.
De acuerdo con sus organizadores, la feria contará con la presencia de 120 expositores de al menos 40 naciones.
Se realizará hasta el 19 de febrero en la capital insular y luego recorrerá hasta el 19 de marzo las otras 14 provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud.
De parte de Colombia, país invitado de honor de esta edición, hay una comitiva de 25 escritores y artistas que estarán durante su realización, según informó la embajada colombiana en la isla.
Entre los artistas de Colombia presentes figuran: Laura Restrepo, Celso Román, José Luis Díaz Granados, José Zuleta Ortiz y Juan Manuel Roca.
En la edición 31 de la feria se expondrán 4,2 millones de ejemplares con 4.200 títulos, de los cuales 1.300 serán libros electrónicos.
Juan Carlos Espinosa
