Lima, 18 feb (EFE).- El Gobierno de Perú envió este sábado una remesa de dinero en efectivo, además de 3,5 toneladas de agua y 1,5 toneladas de medicinas, para atender el desabastecimiento que afecta a la región sureña de Puno, epicentro de las protestas antigubernamentales que comenzaron hace dos meses en el país.
El envió se realizó en un avión de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) que partió desde Lima hacia el aeropuerto de la ciudad puneña de Juliaca, a casi 1.300 kilómetros de la capital peruana, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
La salida del cargamento fue supervisada por la presidenta Dina Boluarte, junto con el ministro de Defensa, Jorge Chávez, y el presidente ejecutivo del Banco de la Nación, Juan Carlos Galfré.
La remesa busca asegurar la atención sin restricciones de las oficinas del Banco de la Nación en Puno durante unas dos semanas, así como el pago de subsidios a personas en situación de pobreza extrema, beneficiarios de programas sociales y trabajadores y pensionistas del sector público, agregó la nota oficial.
«Los jubilados, los trabajadores, los beneficiarios del apoyo económico de Juntos y Pensión 65 pueden acercarse a hacer el cobro», indicó Boluarte tras confirmar que se estableció el puente aéreo antes las restricciones para llegar a Puno causadas por los bloqueos de vías por manifestantes.
Chávez agregó que «este traslado aéreo garantizará la liquidez financiera» en Puno y que el Ejecutivo «ha tomado la decisión de utilizar todos los medios logísticos de las Fuerzas Armadas para el traslado de caudales y garantizar que la población cobre sus pensiones y bonificaciones».
Además del dinero en efectivo, cuyo monto no se precisó, en el mismo vuelo se envió 3,5 toneladas de agua donada por el Ejército peruano y 1,5 toneladas de medicinas del Seguro Social de Salud Essalud para atender a la población.
Según informó el Banco de la Nación, ante el bloqueo de carreteras, la oficina del Banco Central de Reserva en Puno ya no contaba con dinero en efectivo disponible para abastecer a sus oficinas en esa región.
Además, las entidades financieras privadas en la zona presentaban limitaciones en sus saldos de efectivo, por lo que estaban atendiendo de manera restringida, tal como mostraron imágenes de la televisión local.
«Este envío forma parte de las acciones del Gobierno para asegurar el abastecimiento de servicios básicos para la población que se ha visto afectada por el cierre de vías», concluyó la nota oficial.
Puno, región fronteriza con Bolivia, se ha convertido en el epicentro de las protestas que exigen, entre otros temas, la renuncia de la presidenta Boluarte y que han dejado desde diciembre pasado 70 personas muertas, 17 de ellas en un solo día, el pasado 9 de enero, en Juliaca.
En los últimos días, las movilizaciones y los bloqueos de vías se han reducido en el país y este sábado afectaron a cuatro regiones, la mayoría concentradas en Puno, además de las también sureñas Cuzco y Apurímac, así como la norteña Áncash, según datos oficiales.
