Paraguay tiene como objetivo alcanzar una presión tributaria del 12% del PIB para 2029, un desafío que se plantea en un contexto de crecimiento gradual en la recaudación fiscal. En 2024, la presión tributaria del país se ubicó en el 11,4% del PIB, gracias a la incorporación de nuevos contribuyentes y a medidas que buscan sostener este impulso.
No obstante, a pesar de estos avances, Paraguay sigue registrando uno de los niveles más bajos de ingresos fiscales respecto del PIB en América Latina y la OCDE. Desde 1990, nuestro país mantiene una de las tasas más bajas en comparación con el promedio regional que ronda el 23% y el 33% de los países de la OCDE.