Un activo financiero es un título o una anotación contable que otorga a su comprador el derecho a recibir un ingreso futuro por parte del vendedor.
A diferencia de los activos tangibles (como un inmueble o un vehículo), los activos financieros no suelen tener un valor físico.
Tres son las características primordiales de los activos financieros:
- Liquidez: Es la capacidad de convertir el activo en dinero sin sufrir pérdidas. De esta forma, el activo más líquido es el propio dinero y después se encontrarían los depósitos bancarios, la deuda pública a corto plazo, los pagarés de empresas, la deuda pública a largo plazo, la renta fija de empresas privadas y la renta variable.
- Riesgo: Es la probabilidad de que el vendedor no cumpla con su compromiso y se calcula en función de las garantías que aporte y su solvencia. A mayor riesgo, mayor rentabilidad.
- Rentabilidad: Es el interés que recibe el comprador del activo en contraprestación al riesgo que asume.
Los activos financieros pueden clasificarse en:
- Renta fija: Son activos financieros emitidos por administraciones o empresas que se comprometen a devolver el dinero prestado en un plazo fijado pagando una rentabilidad acordada.
- Renta variable: Son activos financieros que no garantizan la recuperación del dinero invertido ni tampoco la consecución de una rentabilidad por ese capital.
Fuente: https://www.bancosantander.es/glosario/activos-financieros
Fuente: https://academiaforex.com/inventir-activos-financieros/
Los activos financieros incluyen efectivo y depósitos bancarios, cuentas por cobrar de compañías de seguros e instituciones de pensiones, acciones, bonos y fondos de inversión, etc.
El activo financiero bruto per cápita en 2022 fue más alto en mercados desarrollados como Suiza, Estados Unidos y Dinamarca.
En la región, los activos financieros más altos están en Chile y lo siguen Brasil, México, Colombia, Perú y Argentina.