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23 de noviembre de 2024

La baja de tasas de interés y las oportunidades para nuevos tipos de negocios en Paraguay

Los costos financieros se tornan más fáciles de solventar y generan un escenario propicio para la experimentación en las empresas, con un impacto positivo en el empleo y la distribución de riqueza.
La expansión monetaria genera un abaratamiento del dinero, lo que se suma a la mayor inserción del país a los mercados internacionales para configurar un panorama alentador a la hora de captar inversiones.

ANÁLISIS

Por Alvaro Acosta y Giuseppe Saurini

Desde el punto de vista de la macroeconomía, históricamente se observa que el dinero generaba mucho valor.

Un Certificado de Depósito de Ahorro (CDA), que normalmente son los instrumentos de ahorro que utiliza la gente para mantener el valor de su dinero, rendía un 13% o un 15%; es decir, tenía muy alto rendimiento.

Hoy en día, la tasa de interés promedio de los CDA en nuestro sistema financiero se encuentra en torno al 6%, según el último informe de Indicadores Financieros del Banco Central del Paraguay (BCP).

Al analizar el concepto de pérdida de protagonismo por parte del dinero, nos referimos a que empieza a disminuir el rendimiento de ese dinero en instrumentos seguros como la renta fija.

El ganador económico, en este nuevo panorama, es el que produce valor.

Antes costaba mucho más conseguir dinero o se hacía a un nivel muy costoso, para terminar con dificultades para invertir en nuevas máquinas o en nueva infraestructura, por ejemplo.

Actualmente, con la expansión monetaria que existe en el mundo, principalmente para combatir los efectos económicos de la pandemia de COVID-19, la disponibilidad de dinero es mucho mayor y esto genera en Paraguay oportunidades para nuevos tipos de negocios y la experimentación en empresas.

Los precios y los factores que inciden en su configuración

El precio de un producto o servicio está relacionado directamente con su capacidad de oferta y demanda; entonces, el dinero hoy es barato porque hay en abundancia, por eso están bajando las tasas de interés.

Por otro lado, a medida que Paraguay fue creciendo en su calificación de riesgo e insertándose en los mercados internacionales, recibiendo inversión extranjera, produciendo más y generando un mayor ingreso de divisas por la producción, se experimentó un dinamismo importante en los últimos años y el tamaño del mercado creció considerablemente.

La economía mundial también tuvo saltos enormes y a eso se suman los esfuerzos de los gobiernos ante las crisis, que resultaron en la inyección de dinero.

Hace veinte años, era impensable una emisión de Paraguay en los mercados internacionales y conseguir USD 1.000 millones a USD 2.000 millones en pocos días, a treinta años de plazo y tasas de 3% a 4%. Hoy, nuestro país tiene una capacidad de endeudamiento enorme porque el mundo está buscando dónde poner el dinero, al igual que las empresas.

Con este panorama, se viene un proceso mucho más profundo de venida de capitales en los próximos años, porque va a abundar en el mundo y el dinero busca dónde aterrizar para generar retorno.

Oportunidades para las empresas

Las compañías que puedan desempeñarse como buenas receptoras de dinero, con buenos niveles de seguridad, tendrán acceso a recursos y con un bajo costo, lo que internamente generará riqueza que también buscará dónde invertirse.

En este escenario se habla de la capacidad de absorción de dinero, o saber en qué transformar el dinero disponible para generar flujo. El problema de la emisión de dinero, en el corto plazo, es la capacidad del mercado de absorber ese dinero, de encontrar las personas indicadas que transformen esos recursos en producción real en la economía.

Por otro lado, dependiendo del costo del dinero, hay negocios que se habilitan. Hay negocios que tienen capacidad de pagar más margen de costo financiero que otros.

Por ejemplo, si quiero conformar una aerolínea, es un buen negocio a una tasa del 2%; si el dinero que va a prestar la aerolínea está a 30%, el proyecto no dura ni un mes. El negocio ganadero tampoco aguanta una tasa muy alta, si es que se va a apalancar con préstamo; y el retorno, si va a ser en 100% con capital propio, es muy bajo; tiene una ecuación perfecta de capital versus deuda, pero deuda hasta cierta tasa.

Con las tasas de interés de CDAs o bonos del Tesoro a 10%, el inversor no va a asumir un mayor riesgo riesgo siendo que va a rendir menos que si coloca su dinero en un instrumento más seguro y más líquido, entonces el negocio compite contra este retorno.

Al bajar la tasa de referencia, el inversor ve que – por ejemplo – el negocio rinde 12%, al doble que un CDA, y se torna atractivo; en consecuencia, el negocio tiene la capacidad de ir a buscar dinero a un precio viable. Es esto lo que se empezará a ver en nuestro mercado, con el actual nivel de tasas.

La gente que tiene conocimiento va a ser muy exquisita a la hora de elegir de quién prestar dinero, va a pagar muy poco.

Se empezarán a habilitar tipos de negocios que eran imposibles con las tasas de antes, eso resulta en fuentes de trabajo para la gente; ahora los costos financieros ya son posibles de pagar para esos negocios, lo que genera una mejor distribución de la riqueza y una mayor calidad de vida.  

En conclusión, lo que tenderá a pasar es que quienes normalmente invertían solamente en dinero – como instrumentos financieros – van a tener que transformarlo en invertir en gente que sepa producir, para poder esperar el mismo rendimiento que antes el dinero por sí mismo le retribuía.

Habrá un mayor involucramiento por parte del inversor en el análisis, de acuerdo con sus experiencias, su conocimiento y sus gustos. Antes el inversor delegaba esa tarea en un intermediario, que era el banco o alguna otra entidad que hacía el trabajo de analizar dónde prestar ese dinero para generar intereses.

La cultura de la experimentación es algo que también las empresas van a tener que incorporar en sus análisis.

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