El primer semestre de este año sin duda se caracterizó por la suba de precios que se debió principalmente al aumento del combustible, provocado por la crisis internacional, y esto a su vez repercutió en los diversos segmentos como los alimentos.
La inflación llegó a un punto máximo de 11,8% en abril pasado, en el cálculo interanual -comparado con el mismo mes del año anterior-, se desaceleró hasta 11,1% en julio y se espera que cierre el año en un nivel de 8,8%.
Con estos números, estamos cerca de completar un año de variación de precios perjudicial para nuestra economía, pues la inflación interanual se encuentra por encima del tope de 6% del rango meta desde septiembre del 2021
Ante este escenario, el Banco Central del Paraguay (BCP) continuó con su proceso de ajuste a la tasa de política monetaria y hasta julio se aplicaron subas consecutivas que la llevó hasta su actual nivel de 8%. Además, se tuvo una disminución de la actividad económica y, en este contexto, se dió a conocer que este año se podría no tener un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Sobre estos temas se refirió el presidente de la banca matriz, José Cantero, quien señaló que la inflación ya está estabilizada, pero que seguirán monitoreando las diferentes situaciones para analizar si seguirán aumentando la tasa de interés de referencia.
También comentó sobre la expectativa que se tiene para lo que resta de este año y para el 2023, que se estima un importante repunte de la economía local.
Finalmente, recordó las diferentes acciones que emprendieron desde el BCP para enfrentar los diversos escenarios que se dieron desde que está al frente de la institución.
– ¿Cuál es la expectativa con la Tasa de Política Monetaria? ¿El Banco Central del Paraguay va a seguir aumentando o ya se llegó al tope?
En cada reunión con el Comité de Política Monetaria (CPM), el Banco Central emite un comunicado y en ese comunicado se especifica que el Banco Central va a seguir monitoreando el contexto para ver cuál es la trayectoria de la inflación, el contexto que motiva a esa inflación y en función a eso, ir tomando decisiones mes a mes.
Creemos que hoy la inflación está en un nivel ya estabilizado, en torno a 11%, nuestras proyecciones y la expectativa de inflación apuntan hacia una inflación de 8% hacia fin de año. Entonces, dado esto sería natural que la política monetaria sea consistente con ese escenario, pero vamos a ver qué ocurre mes a mes dada la incertidumbre, dado los riesgos internacionales que pueden motivar a mayores presiones de alza de precios de combustibles, para que el Banco Central tome una decisión.
Pero creemos que la inflación va a concluir en 8% y con estos niveles de tasa de interés, el próximo año, hacia el segundo semestre, ya va a converger dentro del rango meta.
– Teniendo en cuenta el último aumento del combustible y que el objetivo del BCP es controlar la inflación, ¿seguirán tomando medidas para tratar de controlar el incremento de precios?
Nosotros creemos que la inflación ya va a comenzar a converger, salvo que ocurran nuevos escenarios, y es por eso que el Banco Central toma la cautela suficiente para no anunciar qué medidas va a tomar en tasa de interés; ir viendo ese contexto internacional, lo que ocurre en el mercado local de precios, para seguir acompañando a la economía con una tasa de interés que sea compatible con la estabilidad de precios.
– ¿Qué elementos tienen en cuenta para estimar que la inflación iría bajando hacia fin de año?
Son dos elementos. El primero es la expectativa de inflación, que es una encuesta que hace el Banco Central a los agentes económicos, y vemos que a lo largo de los años han sido muy consistentes con lo que ocurre con la inflación. Entonces, ese es un dato muy importante, esa expectativa se llama EVE (Expectativas de Variables Económicas), el Banco Central publica mensualmente.
Y la otra es la proyección de inflación que surge de modelos econométricos matemáticos donde el Banco Central, dada toda la información internacional y local, inserta todas estas variables en un modelo y ese modelo arroja como resultado que la inflación estaría en torno al 8%.
Y vemos que eso también va a ocurrir dado que los precios, la inflación comenzó a subir a partir de julio – agosto del año pasado, motivado por estos efectos y si no tenemos mayores aumentos de precios, también por un año base al compararnos con el año anterior donde los precios ya eran altos, obviamente la inflación interanual va a comenzar a tender hacia ese 8%. Entonces son todos esos factores.
– ¿Cuál es la expectativa para el segundo semestre? ¿Se tendrá mejor movimiento económico?
El Banco Central, para el segundo semestre, está anticipando un mayor dinamismo económico, pero eso también está en función de lo que pueda suponer una campaña agrícola. Las expectativas son buenas, pero siempre se mantienen en lo que son: expectativas.
– Por otra parte, teniendo en cuenta la situación económica actual, ¿se puede hablar de una estanflación?
Tenemos que considerar bien este hecho. Son dos factores externos, no propios de nuestra economía, que están generando este escenario, de un efecto en los precios. Está aumentando la inflación, pero su causa no es interna, y lo que está pasando con el sector productivo también, el punto central es la sequía, que afectó al 9% del sector agrícola, que se expande a través de toda su cadena productiva al sector secundario, manufacturero y también de servicios.
Entonces, es una situación puntual originada por choques externos y no propio de una economía, de cuestiones domésticas.
– Entonces, ¿hay estimaciones de menor inflación, menor tasa de política monetaria y mejor actividad económica para el 2023?
Dentro de las expectativas de variables económicas, el Banco Central realiza una encuesta a los principales agentes económicos de cómo va a estar la economía el próximo año, y arroja un crecimiento del 4%, que es compatible con la proyección que tenemos, dado un rebote.
El Fondo Monetario Internacional habla inclusive de un crecimiento más alto para el próximo año, de 4,5%. Entonces, son todas estas proyecciones de organismos internacionales, proyecciones del Banco Central y a la vez la expectativa del mercado, que apuntan a una recuperación para el próximo año que es compatible con nuestro potencial de crecimiento.
– Por otra parte, en los últimos meses, el dólar se ha mantenido estable, pese a que el BCP no tuvo muchas intervenciones ¿A qué se debió?
Lo primero es la confianza que existe hacia el guaraní, la confianza que existe en el país. Si bien este es un año donde las exportaciones no están teniendo el mismo ingreso de divisas que años anteriores, es un país donde no hay salida de capitales, hay inversiones de capital extranjero también que están fluyendo, y creo que el gran punto es la confianza que existe hacia nuestra moneda, que el próximo año cumple 80 años.
– El próximo año usted cumplirá cinco años al frente de la banca matriz y desde la institución se llevaron adelante varias medidas, dado el difícil contexto que se vivió y se vive ¿Cómo califica esa experiencia?
Si ocurre, voy a ser el tercer presidente del Banco Central en concluir un mandato de cinco años, eso demuestra mucha institucionalidad del Banco Central, lo mismo ocurre con los miembros del Directorio que concluyen su mandato.
Al tener esa estabilidad institucional, las decisiones que se toman también son todas muy técnicas, con equipos muy técnicos, y creo que lo más valioso en este periodo fueron dos cosas: la capacidad de tomar decisiones para confrontar un escenario tan complejo y la capacidad de un equipo técnico en este entorno tan complejo de sacar productos que puedan servir de nueva plataforma para el sistema financiero, para las familias y las empresas.
Me refiero al Sistema de Pagos Instantáneos (SPI) que va a ser revolucionario, que va a generar un antes y un después en la inclusión financiera. Me refiero a la vez al SEOG (Sistema Electrónico de Operaciones Garantizadas), que va a generar una revolución también de acá a poco en lo que es la financiación de las Mipymes a través de las facturas electrónicas.
Tenemos otros proyectos en el campo digital, el Banco Central hoy es una institución totalmente digitalizada. También hacia el interior, como un punto importante, adoptamos las NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera), que es una normativa internacional de cómo llevar adelante el análisis financiero y contable de una institución.
Eventualmente eso se va a expandir hacia el sistema financiero y cuando el sistema financiero y la economía en su conjunto tengan estos principios de contabilidad, a un inversionista internacional, cuando ya seamos grado de inversión, le va a ser muy fácil leer un balance, porque todos los balances van a ser homogéneos y va a permitir que tengamos el mismo lenguaje que a nivel internacional.
Entonces creo que el Banco Central en este tiempo dio pasos en doble dirección: para contrarrestar y enfrentar este escenario y, a la vez, para generar un nuevo entorno de competitividad, digitalización de nuestra economía.