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22 de noviembre de 2024

“Nos urge una política de desarrollo industrial con incentivos”

Paulo Duarte, presidente de UIP Joven, habla sobre la situación política y económica del país en medio de la preocupación que se genera desde el gremio por la incertidumbre de cara al futuro.
Apunta que las políticas públicas para incentivar a la industria local serán fundamentales en el marco de la recuperación, atendiendo al potente efecto multiplicador y las dificultades actuales para competir contra las importaciones.

La economía local y mundial pasa por un momento difícil y a pesar de una tibia recuperación con respecto a los meses más duros del año pasado, surge la amenaza de una nueva cepa del COVID-19. 

En este contexto, muchos ciudadanos paraguayos han salido a manifestar su voz, así como gremios y organizaciones. 

Este es el caso de la UIP Joven, desde donde piden cambios urgentes y un mensaje claro desde el Gobierno para despejar la incertidumbre reinante en la economía. 

Paulo Duarte, presidente de este brazo de la Unión Industrial Paraguaya (PIB), opinó que el país necesita con urgencia políticas públicas orientadas al fomento de la industria local. 

Manifestó que ningún otro sector económico tiene el mismo efecto multiplicador que la industria y que actualmente resulta difícil competir con las importaciones de productos provenientes de países que subsidian la producción de sus empresas. 

La economía de escala hace muy dura la competitividad hoy en día y se debe pensar en un plan nacional que fomente la creación de empleos y ventas en fábricas manufactureras, agregó.

– ¿Cómo están viendo la coyuntura actual desde el gremio?

La verdad que como gremio vemos que la prioridad hoy es volver a generar la confianza o restablecer la confianza desde la ciudadanía hacia el Gobierno, creemos que se necesitan muestras claras de un cambio de mentalidad, que es lo que se tiene que dar con señales que tienen que partir desde el Ejecutivo. Estamos convencidos de que la institucionalidad es lo que tiene que preservarse por encima de cualquier cosa.

Hoy un juicio político no va a ser positivo para nadie, pero para que realmente se recomponga la confianza hacia el Gobierno necesitamos un cambio de paradigma que demuestre un liderazgo con patriotismo y con transparencia, que es lo que va a hacer que la ciudadanía vuelva a confiar medianamente en la actuación del Gobierno.

– Claro, estamos en la disyuntiva de la falta de resultados del Gobierno y las consecuencias que puede traer un juicio político.

Yo creo que en todos los casos un juicio político genera un quiebre a nivel internacional, también para volver a recomponer toda la estructura del Ejecutivo, porque es volver a armar todos los equipos. Son procesos que hoy, en medio de una pandemia y una crisis, no van a ser positivos y tampoco se va a resolver el problema de fondo.

El problema de fondo es la mala gestión en lo que refiere al abastecimiento para enfrentar la pandemia. Hoy vemos que Paraguay es el país con menor porcentaje de gente vacunada a nivel Sudamérica, y la salud pública ya no se puede seguir improvisando. Hoy la prioridad tiene que ser abastecer a la cartera sanitaria con medicamentos y vacunas, eso ya no puede ser negociable.

El tema de la inestabilidad ciudadana también se debe a una mala gestión, el Gobierno tiene que priorizar la salud pública y el aprovisionamiento de medicamentos. Eso no se resuelve con un juicio político.

«Hoy la industria local compite con cualquier producto del mundo y eso nos genera orgullo porque la mentalidad del industrial y del paraguayo en sí cambió».

– En lo que respecta a las cuestiones concretas que plantean y además de las vacunas ¿Qué piden al Gobierno como gremio?

Creemos en general, en cuanto a lo económico, que se necesita una visión con más sentido de urgencia. Hoy vemos que el Gobierno no está midiendo el sentido de urgencia que existe por parte del sector privado, que requiere medidas extremas para poder hablar de una recuperación económica; pero estamos en un momento en que todas estas medidas que fue lanzando el Gobierno fueron entendiendo que la prioridad es lo sanitario, pero las políticas económicas tienen que ser mucho más agresivas y de alguna manera aprovechar esta crisis para convertir en una oportunidad para la industria, las pymes (pequeñas y medianas empresas) y la formalización.

Otro tema que va a volver a generar confianza en el Gobierno es la transparencia y eso no puede ser algo que se tome sin importancia, porque se termina destituyendo ministros, pero eso no soluciona la corrupción y hay que combatirla con otro tono.

– ¿Cómo ven ustedes al sector industrial en específico? ¿Cómo afectó la pandemia?

Yo creo que el sector industrial demostró la gran capacidad de respuesta que tiene, yo creo que más que nunca la industria nacional fue protagonista durante la pandemia. La industria nacional puso el país al hombro preservando los puestos de trabajo, abasteciendo los supermercados y a las farmacias, ni siquiera durante la fase cero, y eso demuestra la gran capacidad de respuesta que tiene el sector.

La industria nacional fue un gran protagonista para enfrentar esta pandemia, inclusive hoy vemos que muchos emprendedores se endeudaron para seguir preservando puestos de trabajo y eso demuestra el compromiso que tenemos nosotros desde el sector privado con el progreso de la patria, nunca se habló de subsidios ni regalos sino de condiciones para trabajar.

– La industria local tiene que ver mucho con las Pymes y emprendimientos que van surgiendo ¿Cómo ven el tema del crédito para este sector?  

Hay que entender y ser un poco coherentes con este asunto. El tema es que el alto nivel de informalidad que existe por parte de las Pymes es una barrera de acceso al crédito y eso en gran parte se debe a la burocracia y a los obstáculos que existen para formalizar las empresas, y también un poco por la falta de voluntad por parte del sector.

Hay que entender que al final del día el ser informal cuesta más caro que ser formal, cuando no podés acceder a créditos, por ejemplo, teniendo que recurrir a créditos de prestamistas que también son informales y prestan con mayor tasa; y ahí hay una deuda que tenemos como gremio y sector, también como Estado. 

La formalización de las Pymes tiene que ser una prioridad para poder soñar con una economía que también sea competitiva a nivel mundial, porque el primer paso para la internacionalización es la formalización de quienes componen la base de la pirámide.

Hoy, para hablar de recibir inversiones o poder trabajar con maquila, el primer paso es estar formalizado, y no se puede recibir inversión extranjera o exportar sin que eso ocurra antes.

«Hoy un juicio político no va a ser positivo para nadie. Para que realmente se recomponga la confianza hacia el Gobierno, necesitamos un cambio de paradigma que demuestre un liderazgo con patriotismo y transparencia».

– ¿Hay algunos segmentos del sector industrial que estén apuntalando un crecimiento particular en este momento?

Ahí es donde tenemos que ver cuáles son las ventajas competitivas que tenemos en los distintos sectores. Por ejemplo, en el de alimentos hicimos una encuesta desde UIP Joven y el 92% de las personas hoy prefieren productos nacionales en la categoría. También el sector farmacéutico y el textil demostraron el rápido crecimiento que tuvieron, inclusive vimos el ejemplo de lo que fue el acuerdo nacional mediante el cual se abasteció al Estado de indumentaria para los médicos.

Esto demuestra también que hay que darle importancia al sector industrial, porque muchas veces el gran desafío que tenemos como emprendedores es la desconfianza en cuanto a la percepción de la gente sobre lo que se hace en Paraguay, pero eso rápidamente está cambiando y colaboramos con campañas como de “paraguayo como vos” y en general la calidad de la industria nacional.

Hoy ya se acabó aquello de que todo lo que se hace en el país es una “baratija” de mala calidad. Hoy la industria local compite con cualquier producto del mundo y eso nos genera orgullo porque la mentalidad del industrial y del paraguayo en sí cambió, porque ya no se apuesta a los barato y feo, sino que se apuesta a la calidad.

– Acá quiero meter el tema China. Se entiende lo de la confianza de los consumidores, que va siendo cada vez mayor, pero en términos de precio ¿se puede competir contra las importaciones de productos chinos?

Ahí es donde tenemos que entender que, por un tema de economía de escala, el competir contra esas economías o productos que vienen de esos países, donde hay políticas industriales e inclusive subsidian a sus industrias, es difícil. Nosotros tenemos que impulsar políticas industriales que generen condiciones de competitividad, considerando lo que es la economía de escala.

En mi caso particular, yo hago barras de cereales y tengo la capacidad de hacer 5.000 unidades por hora en mi fábrica, pero cuando competimos contra fábricas en Turquía o China, ellos tienen la capacidad de hacer 5.000 barras pero por minuto; entonces, por un tema de economía de escala, tenemos menos competitividad. 

Ahí es donde tenemos que trabajar en políticas industriales y tributarias que den a la industria nacional la capacidad de competir para poder desarrollarse y poder competir a nivel internacional.

– Pero eso es necesariamente una política de Estado, la única salida es un plan de políticas públicas…

Hoy no hay una política de desarrollo industrial, nos urge una política de desarrollo industrial que tenga incentivos para la industria. Hoy el industrial tiene las mismas condiciones que el importador; entonces, entre armar toda una fábrica e importar, es más fácil la importación. Ahí es donde hay que trabajar para generar industria y no hay sector en la economía que genere el efecto multiplicador de la industria en cuanto a generación de empleo, cobro de impuestos, desarrollo de otros sectores conexos a la industria.

Si ponés en la balanza, la industria es un camino mucho más difícil, pero que también es más sustentable para el país a largo plazo.

– Justamente esas políticas públicas de impulso para la industria podrían servir para apuntalar la recuperación económica…

Claro, necesitamos acceso al crédito e incentivos fiscales. Nadie pide subsidios, sino condiciones para el desarrollo.

Continuamos repitiendo que hay que tener mucho optimismo, vamos a tener que ser bastante cautelosos, pero hay que aprovechar esta coyuntura para romper estructuras y estoy confiado en que esta crisis, con mucho optimismo, se puede convertir en una gran oportunidad para la industria nacional y eso tiene que ser el día a día, con las ganas de trabajar por un Paraguay mejor. 

Eso es lo que nos mueve como UIP Joven, somos gente que creemos que Paraguay puede ser una potencia y queremos ser protagonistas de ese desarrollo.

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