Luego del largo proceso que duró un año y medio, el banco GNB Paraguay logró concretar la compra del 100% del paquete accionario del BBVA Paraguay.
En esta entrevista, el vicepresidente de GNB, Osvaldo Serafini, nos cuenta los detalles del proceso y cuáles serán los pasos a seguir hasta el momento final de la fusión. Finalizados los trámites existirá solamente una sociedad, hecho para lo cual cuentan con un periodo máximo de 180 días.
La operación, que costó unos USD 251 millones, generará una cartera de clientes importante y, según opina Serafini, la banca es un reflejo de la economía. Por este motivo, considera que desde este sector pueden realizar con propiedad cierto tipo de pronósticos sobre lo que se viene.
Afirma que desde la empresa mantienen un “cauto optimismo”, ya que si bien los pronósticos son muy favorables por ciertas cuestiones como el buen precio de la soja y el avance del sector cárnico, todo estará altamente supeditado al avance en las cuestiones sanitarias.
Recuerda que este año tiene un desafío particular para el país, que es la evaluación por parte del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat) en cuanto a la capacidad de Paraguay para luchar contra el lavado de dinero.
– Por fin se concretó la compra de las acciones del BBVA Paraguay ¿Qué nos podría comentar sobre el tema?
Efectivamente terminamos el proceso de adquisición de las acciones del BBVA Paraguay, el viernes se produjo lo que se llama el closing y eso significa que el banco GNB Paraguay paga el precio de USD 251 millones y recibe las acciones del BBVA. En otras palabras, ese proceso se llama la toma de control y a partir de ahora el paso que sigue es iniciar los trámites que van a conducirnos a la fusión por absorción.
Tenemos que presentar una serie de recaudos que son estipulados en la norma, eso se presenta a la Superintendencia de Bancos y ellos harán un análisis detallado en todo lo que le compete. Finalmente, el órgano que debe aprobar la fusión por absorción es el Directorio del Banco Central.
También los trámites ante la Superintendencia de Colombia están totalmente finiquitados.
“Esta operación es casi inédita en el mercado paraguayo, no solamente por la cuantía sino por la estructura misma; involucra a uno de los bancos más grandes del sistema y se compra el 100% de las acciones”.
– ¿La pandemia afectó de alguna manera el proceso?
La pandemia afectó de manera transversal una serie de cuestiones, sobre todo económicas y de negocios. Tuvo un efecto en el sentido que hemos tenido que reaprender el esquema de trabajo y reuniones para compartir información; eso nos afectó no solamente en este proceso, sino también en todo lo que se puede pensar.
Además, hay que tener en cuenta que esta operación es casi inédita en el mercado paraguayo, no solamente por la cuantía sino por la estructura misma. Esta es la primera transacción en la que un banco compra el 100% de las acciones de otro banco, es decir, un banco que hoy en día es supervisado y regulado compra las acciones de otro supervisado y regulado. Esto es un tanto inédito no solamente por el tamaño y porque involucra a uno de los bancos más grandes del sistema, sino también porque se compra el 100% de las acciones.
– Como es la primera operación de esta naturaleza, me imagino que también la Superintendencia de Bancos tuvo que aprender a implementar las normas…
Tuvimos que tener una serie de reuniones para entender el proceso, la nuestra es una industria muy regulada y de apego al rigor de la norma, y tuvimos que tener una serie de reuniones para validar el entendimiento. Los abogados del BBVA, los nuestros y la asesoría jurídica de la Superintendencia estuvieron en contacto y es un camino en que todos hemos aprendido algo, porque estas transacciones no son corrientes en nuestro mercado.
Existió además la particularidad de que existieron dos superintendencias involucradas, en este caso la de Colombia y de Paraguay, que tenían que estar trabajando con mucho intercambio de información y de pareceres. En realidad no había un afán de ninguna de las dos partes, porque lo que pretendimos siempre fue que el proceso se cumpla con el rigor de la norma y vamos al ritmo que tengamos que ir con tal de que no dejemos de lado ninguna contingencia.
“La pandemia afectó de manera transversal una serie de cuestiones, sobre todo económicas y de negocios. Tuvo un efecto en el sentido que hemos tenido que reaprender el esquema de trabajo”.
– Al margen de la cuestión burocrática, ¿hubo algún tipo de cambio de postura en las negociaciones entre las partes, por ejemplo con respecto al precio, con la llegada de la pandemia?
En estos procesos de adquisición es muy normal que haya ajustes y en este caso, que el tiempo fue importante, los mismos pueden ser para arriba o para abajo, pero en la cuantía también el ajuste importa, o sea, no es lo mismo realizar un ajuste de 20 (millones de dólares) en una operación de 40 que hacerlo en una de 270.
Estos contratos prevén realmente un montón de circunstancias y de situaciones, y los ajustes se producen siempre para el closing; por eso es que desde el momento de la aprobación regulatoria se comienza ese proceso de ajustes, para ver si hubo devaluación de monedas, variaciones de patrimonios netos, pagos de dividendos y una serie de cuestiones que son realizadas previas al closing.
– ¿Cómo se pasaría a conformar el directorio?¿Sería ya uno solo?
Durante este periodo, desde el viernes pasado y hasta la fecha de la fusión, van a operar dos bancos por separado, con directorios independientes. El banco adquirido pasa a ser controlado por el GNB pero con directorio independiente y la ley tampoco permite que se compartan personas en los directorios, es decir, van a ser realmente independientes.
En estos 6 meses se tienen que llenar todos los recaudos para completar la documentación al Banco Central y que ellos puedan darnos una resolución al respecto; y ellos van a estipular la fecha, conforme a la ley, en que debemos terminar la fusión legal y solamente desde ese momento queda un solo banco, que va a ser el GNB. De momento vamos a operar como: por un lado “Banco GNB sociedad anónima” y por otro lado el “GNB sociedad anónima en proceso de fusión absorción”, es decir el ex BBVA.
– ¿Cómo se utilizarían las marcas comerciales durante este proceso? ¿Ya habría cambios inmediatos?
Ya están las sucursales con los colores verdes y el nuevo cartel, se les pone una llamada en color resaltante que dice “en proceso de fusión” para diferenciar del GNB. El nombre legal es “Banco GNB Sociedad Anónima” y el nombre legal del ex BBVA es “Banco GNB Sociedad Anónima en proceso de fusión por absorción”, son dos sociedades anónimas diferentes.
– Resulta interesante esto porque, más allá de la cuestión estrictamente legal, hay también una cuestión de marketing que se debe atender en el medio, lo cual implica costos…
Es así mismo. Eso fue todo un proceso con las autoridades porque es algo inédito y tuvimos que trabajar muy intensamente para no quebrar ninguna norma y poder hacerlo de buena manera, independientemente al costo que eso implica. Lo que hicimos fue compartir la experiencia de cómo se manejaron procesos similares en otros países y eso se sometió a evaluación, finalmente obtuvimos un parecer favorable para usar los colores del GNB pero con la aclaración.
– ¿Cuándo se concretaría finalmente la fusión?
Nosotros estamos en ese proceso de cumplir con todos los recaudos para presentar a la Superintendencia en la mayor brevedad posible, para que ellos lo revisen y ponernos a su disposición para cualquier aclaración que pueda ser necesaria y que el directorio del BCP se expida.
En esa resolución del Directorio ellos (el BCP) van a establecer el plazo, pero hay que recordar que el plazo no puede ser mayor a 180 días desde la adquisición, esto es un periodo máximo y ejecución exclusiva del Banco Central.
“Si logramos mantener controlados los brotes, creemos que el repunte del 4% (del PIB) puede sostenerse incluso para el año que viene; pero si viene un retroceso de fases, el escenario puede ser muy distinto”.
– Saliendo del tema y a nivel general, ustedes tienen una cartera importante y diversificada ¿Qué se puede esperar para la economía este año?
Nosotros tenemos un cauto optimismo, somos muy conscientes de que la banca es el espejo de la economía. Tenemos unos pronósticos favorables que son coincidentes con un crecimiento de alrededor del 4%, tenemos el repunte del precio de la soja que recuperó precios que no se veían desde el 2014, lo cual es muy positivo, esperamos que la productividad sea buena al término de la cosecha, lo cual podría traer un gran alivio para la economía por el ingreso de divisas que representaría.
Tenemos también algunos sectores que van a tener que seguir invirtiendo, también las inversiones públicas. Pero acá viene lo que te decía de un “cauto optimismo”, porque todo va a depender de cómo avance la cuestión sanitaria: si logramos mantener controlados los brotes, creemos que el repunte del 4% puede sostenerse incluso para el año que viene; pero si viene un retroceso de fases, el escenario puede ser muy distinto.
– ¿Miden un buen apetito para las inversiones y los créditos?
Todos están muy cautos, estamos acompañando con el capital operativo para el sector agrícola. Vamos a ver después si las exportaciones se realizan en un periodo normal o se van a retrasar un poco porque eso representa también una mayor cantidad de créditos para aguantar la carga en los silos.
El sector cárnico viene bien, a pesar de que tuvo una reducción en los precios; pero de vuelta, todos estamos muy expectantes de cómo avance el tema sanitario, dependemos de eso y es realmente incierto.
“Paraguay tiene todo para ofrecerse como receptor de inversiones: tiene mano de obra en abundancia, gente joven, condiciones de estabilidad macroeconómica que quedaron más que demostradas durante esta pandemia”.
– ¿Tenemos capacidad para atraer inversiones extranjeras con esta situación ya que se habla de que se van a regionalizar las transacciones comerciales entre países?
Paraguay tiene todo para ofrecerse como receptor de inversiones: tiene mano de obra en abundancia, gente joven, condiciones de estabilidad macroeconómica que quedaron más que demostradas durante esta pandemia. La colocación de bonos de la semana pasada fue una prueba más de la confianza que se tiene en el país, hay que seguir insistiendo con los temas de seguridad jurídica.
El tema que tenemos por salvar es el el examen de Gafilat y ojalá que los evaluadores puedan notar todo el esfuerzo que hizo el país en el último periodo, sobre todo para la adecuación de las leyes, y puedan entender que estamos en proceso de ajuste con una firme convicción de ir hacia el camino correcto para que esta evaluación pueda terminar siendo positiva.
Quiero pensar en positivo, realmente veo muchísimo esfuerzo y se hicieron muchísimas cosas. La demora por efecto de la pandemia nos permitió hacer todavía más cosas y esperemos que todo eso sea tenido en cuenta por los evaluadores.