El perfil de impulso al dinamismo económico que exhibe actualmente la política monetaria del país puede modificarse el próximo año. Los agentes económicos esperan que la tasa de interés de referencia suba de 0,75% a 1% en el 2021, según las últimas encuestas de Expectativas de Variables Económicas (EVE) realizadas por el Banco Central del Paraguay (BCP).
En la edición de julio del 2020, los consultados por el BCP esperaban que no se aplicaran cambios a la tasa de política monetaria – también conocida como tasa “overnight” o de un día – hasta el próximo año, perspectiva que se corrigió en la entrega del corriente mes.
Este pronóstico lleva a un ajuste a la baja en la proyección de inflación para el 2021. Hasta el mes pasado, se esperaba que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerrara el próximo ejercicio anual en un nivel de 3,5%; ahora, la estimación es de 3%.
Para el corriente año, la expectativa de inflación se mantiene en una variación de 1,8%, lejos de la meta de 4% que maneja la banca matriz y por debajo del piso del rango de 2% a 6% en que se permite fluctuar a este indicador; no obstante, se encuentra por encima de la proyección de 1,2% que pronunció el BCP en su informe de Política Monetaria de julio pasado.
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Desde el estallido de la pandemia de COVID-19, el BCP aplicó sucesivos e intensos recortes a la tasa de política monetaria, desde el nivel de 4% en que había arrancado el presente año.
Esta trayectoria de la política monetaria arrancó en el 2019 – también con ajustes a la tasa desde el 5,25% con que había cerrado el 2018 –, a fin de dinamizar a la economía que en ese momento atravesaba por problemas como la sequía, el deterioro económico de los países vecinos, los efectos del cambio de Gobierno y los menores precios de commodities.
Perspectivas en el horizonte. El economista jefe del BCP, Miguel Mora, sostiene que la tasa actual de 0,75%, por el momento, posibilita generar una convergencia a la meta de inflación dentro de los próximos dos años, periodo al que denominan “horizonte de política monetaria”.
“Vemos que esta tasa, dada la menor presión inflacionaria que estamos observando, podría mantenerse en el mayor tiempo posible. Lógicamente, en cada reunión del Comité de Política Monetaria vamos evaluando, pero en cierta forma coincidimos con lo que es ese resultado (del EVE de agosto del 2020), dada la información disponible, la situación de la economía paraguaya, y mirando el contexto regional y mundial”, asevera.
Cuando el BCP reduce su tasa de política monetaria, tiene la intención de tornar menos atractivos a los instrumentos de inversión que ofrece a los bancos, a fin de que estos opten por volcar sus recursos a créditos para el público.
Cuando la decisión es la opuesta y sube la tasa de política monetaria, la banca matriz pretende que se “enfríe” la economía, es decir, que los bancos destinen más dinero a los instrumentos de regulación monetaria del BCP y se restrinja en cierta medida el circulante en el mercado; esto, a su vez, genera una menor demanda de productos y servicios por parte de los consumidores, y se registra una menor inflación.