Que el año esté llegando a su fin no significa que nos libramos de la pandemia, el 2021 no trae inmunización automática consigo.
La semana pasada abrió con el anuncio de que el Reino Unido habría autorizado el uso de emergencia de la vacuna que hace frente al Covid, producida por la empresa americana Pfizer y su socio europeo BioNTech. Se convirtió así en la primera nación occidental en permitir el acceso a la vacuna que podría significar el principio del fin de esto que venimos viviendo desde principios del año.
Sin embargo, otros países parecen mostrarse un poco más reacios a la aplicación de dicho instrumento médico.
Estados Unidos aún no ha permitido el uso, pero ya existen las noticias de que varias personas de influencia estarían dispuestas a ser vacunadas a modo de influir confianza en las personas del mundo; entre ellas, el expresidente Barack Obama y su vicepresidente y actual mandatario electo, Joe Biden.
A causa de estas noticias, el mercado se mostró altamente positivo y llevó a los índices bursátiles más conocidos a alcanzar altos históricos: el Nasdaq y el S&P 500 tuvieron un desempeño mejor a lo normal durante la primera semana del mes.
Ayer, lunes, parecía que las noticias dejaron de ser primicia y el mercado se volvió a encontrar con la realidad: la vacuna aún no ha sido puesta en uso y los casos, mayormente en el gigante americano, siguen creciendo en número, al igual que las defunciones y hospitalizaciones.
A medida que se acerca la temporada festiva de fin de año, el Congreso estadounidense aparentemente por fin está dispuesto a alcanzar un acuerdo referente a un nuevo paquete de estímulo, en esta ocasión de USD 90.000 millones.
Se trata de una noticia muy esperada, ya que pasó más de un trimestre sin que las personas vean una ayuda monetaria por parte del Gobierno.
Al mismo tiempo, se vieron señales de desaceleramiento de la economía americana, ya que menores empleos a lo esperado fueron creados: unos 245.000 puestos versus los 500.000 que se esperaban por parte del consenso de mercado.
¿Qué pasa en el viejo continente?
En Europa, la noticia de la vacuna generó interés y controversia al mismo tiempo.
Los mercados europeos vivieron una pausa en las ganancias generadas en el mes de noviembre y se presentó una inflación negativa por cuarto mes consecutivo, de -0,3% interanual.
Así también, el Banco Central Europeo indicó que las intenciones de pasar otro estímulo económico a la población siguen en pie y podrían dar su fruto a finales de este mes o principios del 2021.
Esta semana debería empezar la distribución de las vacunas aprobadas por el Reino Unido en dicha zona, mientras que la evidencia de una disminución de transmisión del virus existe, luego de que Europa se haya sometido a medidas de aislamiento impuestas por el Gobierno.
Sin embargo, Italia y Alemania han impuesto nuevas reglas de cuarentena restrictiva para asegurar que la situación se mantenga bajo control.
Novedades en nuestra región
En América Latina, todo parece indicar que la vacuna tendrá que esperar un poco más para realizar su visitar el continente, mientras que la región sigue en la lucha para apaciguar los efectos de la pandemia en la economía.
Mientras tanto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reportó la semana pasada que espera un desplome de casi el 50% en la inversión extranjera directa en esta región, lo que podría llevar a mínimos en el 2021 no alcanzados en los últimos quince años. Esto podría atentar contra la velocidad de la recuperación económica prevista para el año siguiente.
Así también, los indicadores apuntan a una recuperación sustancial en la economía brasileña, que indicó un repunte del 7,7% en el producto interno bruto (PIB) del tercer trimestre, en comparación con el segundo.
Por parte de Venezuela, el país sigue desafiando las leyes económicas y presentó una aceleración en la inflación mensual del 65,7% y finalmente logra acumular más de 3.000% en el año, de acuerdo con el informe de la Asamblea Nacional venezolana.
Y en su intento de presentar batalla al Covid, Argentina aprobó una ley que sanciona por única vez a personas físicas que posean un patrimonio por encima de los USD 2,5 millones, con un impuesto que grava de forma única un 2% y la denominaron el “aporte solidario”. Se espera que el Gobierno recaude cerca de 300.000 millones de pesos o USD 3,6 millones.
