Ciudad de México, 26 may (EFE).- La reconocida actriz mexicana Adriana Barraza interpreta a una maestra en «El último vagón», una cinta con la que Ernesto Contreras, a partir del libro con el mismo nombre, recuerda el valor de la docencia y la importancia para los niños de la pertenencia a una comunidad, dijeron en una entrevista con EFE.
«Soy maestra desde hace 50 años, de actuación, entonces da lo mismo de lo que vayas a dar clase. El chiste es tener a un alumno que tiene expectativas, que quiere abrir su corazón y recibir lo que tiene que recibir, entonces para mí fue delicioso de verdad», compartió la actriz sobre su participación en la cinta, que se estrena este viernes en Netflix.
La premiada actriz explicó que ella es una maestra «que enseña disciplina» pero también muy amorosa.
Y esto es lo que refleja precisamente la película: amor por el oficio de maestro, algo que el director quería destacar.
«Me conectaba de forma muy personal porque mi madre fue maestra durante 40 años, así que en cuanto leí la novela y supe que había la oportunidad de hacer la película dije sí. Es algo que me toca, que me conecta», explicó Contreras.
La película relata la cotidianidad del niño Ikal y su familia, quienes viven en un ferrocarril que viaja por todo el país para que su padre trabaje en la reparación y construcción de las vías del tren; lo que impide que la familia pueda permanecer por mucho tiempo en un mismo sitio.
Pero en esta última parada, Ikal conoce varios niños y a su profesora Georgina, una inquebrantable maestra que hace todo por sus estudiantes con lo poco que tiene. Con esto, el niño sentirá que pertenece a un lugar por primera vez.
El problema llega cuando un funcionario quiere cerrar las escuelas rurales, algo en contra de lo que lucharán juntos.
Juntos lograrán que, Ikal, por primera vez, sienta que pertenece a un lugar.
«LA EDUCACIÓN ES SAGRADA»
La historia se cuenta a través de una película con aires antiguos y se convierte en una producción no tan habitual en los últimos tiempos.
«Es un género que de pronto no está tan explorado, que no vemos tanto en nuestro panorama cinematográfico nacional latinoamericano, entonces, pues eso es un reto, un viaje distinto», dijo el director.
Sin embargo, ambos aseguraron que es una película con un contenido muy contemporáneo, dada la importancia perenne de la educación en las sociedades.
«Yo creo que la educación es sagrada, que no se nos debe olvidar eso, que a pesar de que se politice o que haya tantos intereses alrededor, lo más importante es justamente esa posibilidad de formación de un niño», expuso Contreras.
Barraza, por su parte, comentó que trabajando en esta producción se dio cuenta de que da igual los pocos recursos que tenga un maestro, que si tiene el suficiente ingenio encontrará la manera de «enamorar a los alumnos».
Por eso, destacó que la cinta es un homenaje a los maestros rurales, «que con tres palitos hacen que niños sean hombres de bien en el futuro».
Sobre la importancia de la comunidad, aspecto que se trata en la película a través de Ikal y sus amigos, la actriz recordó que la adolescencia puede ser devastadora, por lo que encontrar «un equipo» cobra una especial importancia en este periodo vital.
Por todo lo anterior, los dos consideraron que es una película perfecta para ver en familia, a pesar de que ya no sea tan habitual tener experiencias cinematográficas compartidas.
«La película parece que tiene justamente el tono, el género adecuado para decir ‘bueno juntémonos a verla'», terminó el cineasta.