Tegucigalpa, 8 dic (EFE).- El pago del decimotercer mes de salario, conocido en Honduras como aguinaldo, muchos lo destinarán para atender necesidades urgentes derivadas de la pandemia de covid-19 y las tormentas tropicales Iota y Eta, o pagar deudas acumuladas durante la emergencia sanitaria que vive el país desde marzo.
El 2020 ha sido un año «atípico» y la pandemia de coronavirus ha provocado una crisis económica en el país y el mundo, dijo a Efe el secretario general de la Federación Independiente de Trabajadores de Honduras (FITH), José Luis Baquedano.
La crisis se ha agudizado debido a los cuantiosos daños a la infraestructura y los bienes de algunas empresas que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota.
A muchos empleados les han reducido el salario porque los ingresos de las empresas han bajado debido al coronavirus SARS-CoV-2, mientras que otros han sido suspendidos temporalmente o despedidos.
En otros casos, Efe ha conocido de empleados del sector privado que recibirán el aguinaldo navideño en tres partes, mientras que el Gobierno ha asegurado que pagará el decimotercer mes de salario antes del 15 de diciembre a los trabajadores públicos, pese a las dificultades económicas y la baja recaudación de ingresos.
Los ingresos de Honduras por recaudación fiscal al cierre de 2020 bajarán alrededor de 30.700 millones de lempiras (unos 1.233 millones de dólares), es decir pasarán de 109.721 millones de lempiras (4.510 millones de dólares) proyectados al inicio de año a 79.000 millones (3.247 millones de dólares), según cifras oficiales.
AGUINALDO ES UNA OBLIGACIÓN
Pese a la difícil situación económica, Baquedano señaló que el pago del aguinaldo navideño es «una obligación», por lo que los empresarios deberán «hacer un esfuerzo sobrehumano para ser solidarios con los trabajadores» en momentos de crisis.
Los trabajadores necesitan el pago del aguinaldo, porque la mayoría atraviesa una «crisis económica» y, además, son los que «producen los bienes, los servicios y genera riqueza que da en manos privadas», enfatizó.
«Hoy más que nunca esperamos esa conciencia (de los empresarios) porque es una ley y hay que cumplirla, tendrán que buscar algunas alternativas, si tienen crisis económica hablar con los bancos para que les den facilidades en cuanto a préstamos», explicó Baquedano.
Muchas empresas, principalmente las micro, pequeñas y medianas, se han visto afectadas desde hace nueve meses por la pandemia, que además ha agudizado la pobreza en Honduras, donde antes del coronavirus afectaba a más del 60 % de los 9,5 millones de personas, y ha disparado el desempleo.
Según organizaciones obreras, antes de la pandemia en Honduras había 1,6 millones de desempleados, cifra que aumentó a alrededor de 4 millones de personas, mientras que otros dos millones trabajan en la informalidad.
COMIDA Y SALUD, PRIORIDADES DE LOS HONDUREÑOS QUE RECIBIRÁN AGUINALDO
Este año, en comparación a los anteriores, los trabajadores usarán el aguinaldo para comprar alimentos, equipos de bioseguridad para protegerse ante la pandemia y un teléfono inteligente para que sus hijos puedan recibir clases en casa debido al cierre de los centros educativos por la propagación de la covid-19, añadió.
Dirigentes empresariales y economistas independientes aconsejan a los hondureños que ahorren dinero en esta temporada, algo que Baquedano ve «difícil» por el alto coste de la canasta básica y los servicios públicos.
Dijo además que espera que los trabajadores que tengan capacidad de pagar deudas lo hagan, ya que muchos están «sobreendeudados, asfixiados, en calamidad doméstica».
Años anteriores, el pago de los aguinaldos a los empleados públicos y del sector privado suponía el tirón más fuerte para las ventas navideñas, pero este año la actividad comercial y el ambiente navideño han mermado debido a la covid-19 y las tormentas Eta e Iota.
CERRAR LA ECONOMÍA DE NUEVO SERÍA UNA DECISIÓN EQUIVOCADA
Según el Banco Central de Honduras, la actividad económica se contrajo a un ritmo del 9,5 % entre enero y septiembre de 2020 por los efectos de la covid-19 y las medidas de restricción aplicadas por las autoridades para frenar la expansión del virus, que ya deja 2.950 muertos y 111.707 contagios en la nación centroamericana.
Las autoridades hondureñas analizan la posibilidad de retomar el confinamiento parcial o total en Honduras ante un alza en los casos positivos de covid-19, lo cual ha comenzado a aumentar la capacidad hospitalaria en las principales ciudades del país.
El ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, dijo la víspera que la única manera de reducir el número de contagios es «el confinamiento o cierre de actividades económicas y, por lo tanto, estamos revisando todos esos temas y estamos convocando a la Mesa Multisectorial para abordar la temática».
Para el gerente de Empresas Sostenibles del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Gabriel Molina, cerrar de nuevo la economía sería una decisión equivocada y se perderían más puestos de trabajo.
«La idea es que podamos aprovechar la Navidad para sostener los empleos que están vivos y tratar de recuperar aquellos que se han perdido», subrayó Molina a periodistas.
Destacó la importancia de que todos los sectores cumplan «a cabalidad» con el uso obligatorio de mascarilla, el distanciamiento físico y un lavado frecuente de manos para evitar la propagación del virus.
Molina advirtió que cerrar la economía en esta temporada provocará el cierre de los negocios que han logrado sobrevivir a la pandemia y los daños de las tormentas Eta e Iota, principalmente en el occidente y norte del país, donde miles de personas siguen sin poder retornar a sus viviendas, por lo que continúan en albergues temporales o tiendas de campaña improvisadas.