Quito, 15 may (EFE).- El Municipio de la capital ecuatoriana anunció este lunes un nuevo calendario para poner en pleno funcionamiento al Metro de la ciudad, cuya operación se suspendió la semana pasada por diferencias con el consorcio «Transdev-Metro de Medellín», que opera el sistema.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, que tomó posesión del cargo ayer, domingo, encabezó este lunes una reunión de trabajo con las entidades y empresas responsables del funcionamiento del moderno sistema de transporte, para evaluar y reorientar la plena operación del metro.
Según el Municipio, tras la reunión quedó en evidencia la desconexión entre las entidades involucradas y la falta de claridad sobre una «hoja de ruta consistente» que permita agilizar y garantizar la plena puesta en marcha del sistema.
En dicha reunión de trabajo han participado representantes de la Empresa Metropolitana Metro de Quito, la constructora hispana Acciona y el consorcio Transdev-Metro de Medellín, entre otros.
En la cita se ha resuelto «actualizar el cronograma», que incluya «plazos de ejecución» y que facilite la operación por etapas de algunos sistemas integrados, como los de ventilación y telecomunicaciones.
Se ha resuelto, además, desarrollar la «Tarjeta de la ciudad» como una prioridad en el nuevo sistema integrado de recaudación del Metro, articulado a las otras formas de transporte que dispone la ciudad.
El alcalde de Quito reiteró que no permitirá que se empañe la credibilidad de los beneficios del moderno sistema de transporte que busca transformar la movilidad en la capital ecuatoriana, una urbe andina con una población superior a los 2,7 millones de habitantes.
«Transparentar la situación actual del Metro de Quito es el primer paso para lograr un servicio eficiente y real», dijo Muñoz durante la reunión de trabajo y dispuso que en los próximos días se ponga en funcionamiento el sistema con la atención a los llamados grupos prioritarios como estudiantes, profesores y trabajadores.
El Metro de Quito, construido por la española Acciona, ya inició sus recorridos con el cobro de tarifas a principios de mayo, aunque registró constantes problemas como retrasos, aglomeraciones de usuarios y lentitud en los sistemas de cobro.
El consorcio operador decidió el pasado jueves suspender de forma unilateral el servicio, bajo la protesta de la anterior administración municipal encabezada por el exalcalde Santiago Guarderas.
Con un coste superior a 2.000 millones de dólares, el Metro de Quito, que comenzó a construirse en 2013, cuenta con quince estaciones y una flota de dieciocho trenes que operará durante los primeros seis años el consorcio Transdev-Metro de Medellín.
El moderno sistema de transporte subterráneo, con capacidad de trasladar a más de 370.000 usuarios por día, es considerado como una alternativa a la caótica movilidad actual en Quito.
