Buenos Aires, 8 sep (EFE).- El Banco Central de Argentina dispuso este jueves encarecer el costo de financiación para aquellos agricultores que retengan la cosecha de soja y no la vendan, medida adoptada en momentos que el país busca aumentar las exportaciones agrarias para incrementar sus alicaídas reservas monetarias.
La autoridad monetaria estableció una tasa de interés mínima para financiar a los productores rurales que mantengan en sus campos un «stock» de soja superior a 5 % de su producción.
La tasa mínima establecida por el Banco Central para que un productor que no liquide su cosecha acceda a un préstamo es el equivalente al 120 % de la tasa de política monetaria, que es actualmente del 69,5 % en términos nominales anuales y del 96,81 % en términos efectivos.
El Banco Central indicó en un comunicado que quedan exceptuados de esta tasa mínima aquellos productores cuyo monto total de financiación en el sistema financiero no supere los 2 millones de pesos (unos 13.600 dólares) y que acrediten no tener un acopio de su producción de soja superior al 5% de su capacidad de cosecha anual.
La medida está orientada a incentivar la venta de soja con destino a exportación, en momentos en que Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de esta oleaginosa y sus derivados, tiene urgencia por sumar dólares a sus reservas monetarias.
El domingo pasado, el ministro argentino de Economía, Sergio Massa, anunció la puesta en marcha de un nuevo «dólar soja», el tipo de cambio que se utiliza para liquidar las exportaciones de la oleaginosa.
El nuevo régimen, que fija un tipo de cambio más conveniente para los exportadores del que regía hasta hace unos días, busca animar a los productores a vender sus cosechas.
Según el titular de Economía, este nuevo régimen cambiario permitirá acumular como mínimo 5.000 millones de dólares procedentes de la liquidación de la soja durante septiembre.