Buenos Aires, 9 mar (EFE).- El Gobierno argentino logró una adhesión promedio del 64 % para el canje voluntario de su deuda soberana en moneda local, una iniciativa anunciada el lunes pasado con el objetivo de aliviar la carga de vencimientos de corto plazo y dar mayor certidumbre al sistema financiero, según anunció este jueves.
Según fuentes del Ministerio de Economía, esta licitación consiguió despejar vencimientos por más de 4,34 billones de pesos (unos 21.661 millones de dólares), lo que permitió «extender la curva a 2024/2025».
En este contexto, el Ministerio de Economía consiguió canjear letras y bonos del Tesoro, con vencimientos entre marzo y junio de este año, por bonos con vencimientos en abril y octubre de 2024 y febrero de 2025, según expresó en un comunicado.
«Para los vencimientos de abril, mayo y junio, el nivel de aceptación alcanzó el 61,5 %, mientras que para los vencimientos de marzo (incluyendo la operación realizada en enero) la participación superó el 72 %», indicaron las fuentes, sobre una licitación que sumó una adhesión del 64 % de los títulos elegibles.
Entre los participantes más relevantes se sitúan el Banco Nación, Provincia, Galicia, Santander, Credicoop, Banco Ciudad e ICBC, que constituyen algunos de los principales tenedores de deuda emitida por el Tesoro en el mercado local, de acuerdo al Ministerio de Economía.
«El perfil de tenedores concentraba una significativa participación de fondos comunes de inversión y tesorerías corporativas, que por sus flujos de negocio mantienen un horizonte de inversión de corto plazo», explicaron fuentes del Palacio de Hacienda.
UNA CURVA DE VENCIMIENTOS MÁS ORDENADA
Este canje voluntario de bonos se anunció el pasado lunes, luego de semanas de rumores sobre un eventual «reperfilamiento» (reprogramación compulsiva de los vencimientos) y de advertencias de diversos analistas privados sobre la capacidad del Tesoro para lograr refinanciar los abultados vencimientos mediante sucesivas nuevas colocaciones de deuda a tasas a cada vez mayores.
El ministro argentino de Economía, Sergio Massa, aseguró en ese entonces que esta operación permite delinear una curva de vencimientos para 2024 y 2025 «mucho más ordenada», desactivando «esa idea de la bomba, de que cada dos o tres meses está algo por explotar» en el mercado de deuda doméstico.
Asimismo, este canje «descomprime» la constante necesidad del Tesoro de acudir al mercado o a los adelantos transitorios del Banco Central, según el ministro, en momentos en que Argentina debe bajar este año su déficit fiscal primario al 1,9 % del PIB, desde el equivalente al 2,4 % del PIB en 2022. EFE
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