Buenos Aires, 5 ago (EFE).- Tras el acuerdo con los acreedores para reestructurar la deuda bajo legislación extranjera, el Congreso argentino aprobó la ley que habilita el canje del tramo local de la deuda, los bonos bajo ley nacional, en un intento del Gobierno del peronista Alberto Fernández por cerrar el tema para avanzar hacia un plan de recuperación económica.
La Cámara de Diputados convirtió en ley en la noche del martes con 247 votos a favor y dos en contra el proyecto para reestructurar los bonos emitidos en dólares según legislación nacional por unos 41.700 millones de dólares, que ya había sido aprobado por el Senado, con las mismas condiciones que los tenedores de títulos bajo ley extranjera.
Los acreedores que no adhieran al canje continuarán con sus pagos diferidos hasta el 31 de diciembre del año próximo, según establece la nueva ley.
Los títulos a reestructurar equivalen al 12,9 % de la deuda total del país y a un monto equivalente al 12,5 % del PIB del país, de los cuales unos 14.700 millones de dólares están en manos de tenedores privados y el resto en distintos organismos públicos.
La presidenta de la comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, Fernanda Vallejos, afirmó que la nueva ley le dará al Gobierno «más libertad para enfrentar la crisis del coronavirus».
En tanto, el presidente del interbloque de la coalición opositora Juntos por el Cambio, Mario Negri, destacó que tanto el acuerdo arribado con los acreedores externos como la nueva ley permiten a la Argentina alejarse de un cese de pagos y «mejora el acceso al financiamiento de la nación, las provincias y el sector privado».
RESPALDO DE GRUPO DE ACREEDORES PRIVADOS
El Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos Argentinos, uno de los tres grandes grupos de acreedores privados, ratificó este miércoles su apoyo al acuerdo para reestructurar títulos bajo legislación extranjera por unos 66.238 millones de dólares anunciado el martes por el Gobierno, tras cuatro meses de intensas negociaciones.
«El principio de acuerdo que ha sido alcanzado es el resultado del compromiso constructivo de todas las partes. La reestructuración propuesta proveerá a la Argentina recursos adicionales que ayudarán al Gobierno a responder ante los desafíos que afronta el país, con un significativo alivio económico de 37.000 millones de dólares durante los próximos nueve años (2020-2028) y la reapertura del acceso a los mercados de capitales», señaló el Grupo Ad Hoc en un comunicado.
Según sostiene el texto, «el objetivo siempre ha sido lograr una reestructuración consensuada que ofrezca la mejor oportunidad para que el país forje un camino sostenible hacia un futuro económico más sólido y un crecimiento inclusivo en el mundo post-COVID».
El acuerdo implica una mejora respecto a la propuesta de reestructuración formalizada por el país suramericano hace un mes.
La nueva oferta estará vigente para su aceptación por parte de los acreedores hasta el 24 de agosto, pero se descuenta que Argentina logrará los niveles de adhesión necesarios para concretar el canje ya que cuenta con el aval de estos tres grupos, que, además, aseguran tener el respaldo de otros grandes acreedores.
Fernández celebró el acuerdo y aseguró que «despeja el horizonte» del Gobierno, ante la recesión que arrastra la Argentina desde hace más de dos años y que se agravó por el impacto de la crisis de coronavirus, con un marcado deterioro de los indicadores sociales con un aumento de la pobreza y el desempleo.