Naciones Unidas, 29 mar (EFE).- El presidente de Argentina, Alberto Fernández, reclamó este lunes ante la ONU que se aproveche la crisis generada por la covid-19 para la creación de un nuevo marco internacional sobre reestructuración y alivio de deuda pública.
“Las deudas soberanas deberán ser repensadas a nivel global”, recalcó Fernández durante una reunión virtual de jefes de Estado y de Gobierno sobre la arquitectura internacional de deuda y liquidez en el marco de la pandemia.
Según el líder argentino, la actual coyuntura requiere de “medidas extraordinarias” y ofrece una oportunidad para abordar una “materia pendiente” como es la gestión de las deudas de los Estados.
“Resulta imprescindible explorar un nuevo marco multilateral para la reestructuración y alivio de la deuda pública a nivel global bajo criterios de justicia y sostenibilidad para deudores y para acreedores”, subrayó.
Fernández consideró que en este ámbito debe ser clave poder reconstruir el entramado social y productivo de los países, así como impulsar un crecimiento sostenible.
En ese sentido, reclamó que se amplíen a los países de ingresos medios algunas de las medidas de alivio de la deuda adoptadas por el G20 y que se involucre también a los acreedores privados.
Argentina se ha enfrentado desde hace años en los tribunales a demandas de fondos privados por impagos de deuda, que la pasada semana presentaron en Nueva York una acción contra la Provincia de Buenos Aires por este motivo.
Además, el país está buscando un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pues dice que no tiene dinero para devolver el préstamo de 44.000 millones de dólares concedido en 2018.
Fernández, en su intervención en la ONU, defendió la necesidad de una “inyección global de liquidez” para facilitar la recuperación económica y abogó por una nueva asignación general de derechos especiales de giro que considere especialmente a los países en situación de vulnerabilidad.
En la cita participaron también otros líderes latinoamericanos, como el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que defendió en un mensaje en vídeo que no habrá una recuperación económica global hasta que todos los países hayan superado la crisis.
Maduro defendió que es necesario revisar las condiciones de la deuda, no sólo para que las economías se recuperen, sino para evitar que ésta se convierta en “un arma de control, chantaje y dominación contra nuestros países”.
El presidente de Venezuela llamó a reforzar las medidas de alivio acordadas por el G20 para los países más pobres sumando a los acreedores privados y avanzando hacia una “reestructuración integral”, más allá de la suspensión temporal ofrecida hasta ahora.
Maduro aprovechó además para atacar las sanciones impuestas a Venezuela por otros países y denunció que están afectando a toda la población de forma indiscriminada.
También intervinieron el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, y el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien reclamó a la comunidad internacional a inyectar liquidez y a facilitar las condiciones para poder invertir en la recuperación de la crisis.