Buenos Aires, 13 dic (EFE).- El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, ratificó una recuperación económica del 10 % para este año y del 4 % en 2022, aunque también reconoció la «mayor persistencia» en el nivel de inflación, para lo que indicó busca con acreedores internacionales «el mayor financiamiento posible» para reducir el financiamiento monetario del déficit fiscal, en un contexto en que renegocia la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Guzmán ratificó que revisó al alza el crecimiento para este año al 10 %, lo que supone una recuperación después de la caída del 9,9 % que sufrió Argentina en 2020 y cerró tres años de recesión, al defender el Presupuesto 2022 ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el ministro no modificó la previsión de inflación del 33 % para 2022 que había presentado el 15 de septiembre pasado, lo que despertó la incredulidad de los diputados presentes, cuando la inflación de octubre pasado fue del 52,1 % anual, luego de que para este año se había presupuestado un 29 %, y el relevamiento de expectativas que realiza el Banco Central arroja 52,1 % para 2022.
Para 2022, Guzmán reconoció que la dinámica inflacionaria «no estuvo plenamente alineada» con el Presupuesto presentado el 15 de septiembre pasado y que «eso añade una factor de mayor persistencia a la dinámica para el año próximo».
No obstante, Guzmán dijo que «es un objetivo central de la política económica atacar el problema inflacionario».
El ministro indicó que la inflación tiene «múltiples causas», que incluye el financiamiento del déficit fiscal mediante la emisión monetaria por parte del Banco Central.
Guzmán indicó que el déficit primario se reducirá de 6,4 % en 2020, un nivel al que llegó debido al gasto generado para contener los efectos de la pandemia, a 3,5 % estimado en 2021.
Para 2022, el ministro apuntó a un déficit primario de 3,3 % del PIB y un déficit financiero de 4,9 % del PIB.
El financiamiento de ese rojo fiscal se compondrá de un financiamiento de 1,8 % del PBI por parte del Banco Central, lo cual implicará una «reducción importante» respecto del financiamiento monetario realizado en 2021 y 2020; de un 2 % del PBI en títulos públicos, y de un 1,1 % del PBI de «acreedores oficiales internacionales, porque incluye los bilaterales», dijo Guzmán.
«En este proceso de negociaciones internacionales, buscamos un mayor financiamiento por parte de organismos internacionales, de bancos multilaterales de desarrollo, de modo de poder reducir la emisión monetaria», dijo Guzmán.
PLAN PLURIANUAL
El proyecto de Presupuesto 2022 se diseñó dando por descontado que Argentina cerrará un acuerdo con el FMI y, por tanto, no tendrá que afrontar el próximo año los vencimientos de deuda con ese organismo previstos en 2022.
Argentina negocia desde el año pasado con el FMI refinanciar deudas que actualmente rondan los 43.300 millones de dólares derivadas de un acuerdo de auxilio financiero firmado en 2018 entre el organismo y el entonces Gobierno del conservador Mauricio Macri (2015-2019).
De acuerdo con lo pactado hace tres años, el país suramericano debería pagar al FMI, entre capital e intereses, 19.020 millones de dólares el próximo año, 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones en 2024.
Guzmán recordó que «no hay manera» de que alguien pueda considerar que Argentina «puede tener la capacidad de amortizar» los vencimientos con el FMI «en los plazos en que fueron acordados» en el stand-by de 2018.
«Hoy estamos en un proceso de negociaciones internacionales con el FMI. Eso significa la negociación de un Estado nación con más de 190 Estados nación», recordó Guzmán, para llevar adelante el «programa de políticas públicas que queremos sin tener los condicionamientos» que la deuda con el FMI «históricamente ha conllevado».
Según una ley sancionada este año, el Congreso debe aprobar el programa con el FMI que está negociando el Gobierno de Alberto Fernández, en tanto, el presidente se comprometió a enviar al Congreso un «plan plurianual» asociado al acuerdo con el FMI.
Según explicó Guzmán, la secuencia será que «el Gobierno busca acordar con el staff del FMI» y luego «enviar ese acuerdo, que constituye un programa plurianual para el desarrollo sustentable», al Congreso, mientras el staff lo envía al directorio del FMI para que lo apruebe, pero el ministro aclaró que «cuando se acuerda con el staff, se entiende que previamente hubo un trabajo de articulación con la comunidad internacional para que luego no haya ningún sobresalto».