Buenos Aires, 14 oct (EFE).- Movimientos sociales y políticos y organizaciones sindicales y ecologistas de Argentina se movilizaron este viernes hasta las oficinas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Buenos Aires para sumarse a los reclamos de «deuda por clima» en el «sur global».
«Este viernes es la cumbre del FMI y el Banco Mundial (BM) en Washington y reclamamos la anulación de las deudas financieras ilegítimas impuestas a los países del sur global para que estos países tengan recursos para adaptación al cambio climático», dijo a EFE Juan Pablo Olsson, coordinador en América Latina de la campaña «Deuda x Clima».
Este colectivo ha convocado este viernes protestas en todo el mundo, incluyendo Washington, donde se celebra la asamblea anual del FMI y el BM, Europa, África y varios países de Latinoamérica, como Paraguay, Perú, Colombia, Uruguay, Bolivia, Brasil, Chile, México y Panamá.
En Argentina, país al que el FMI le concedió en 2018 el mayor préstamo en la historia de ese organismo, los manifestantes -se congregó alrededor de medio centenar de personas- presentaron un documento en el que afirmaron que el país suramericano «representa un caso paradigmático en América Latina y el mundo de cómo el Fondo presiona a los países con deudas impagables para condicionar sus economías, controlar sus recursos y aplicar planes de ajuste».
«Actualmente nuestro país se encuentra nuevamente en las garras del FMI, a partir de la aprobación del mayor préstamo otorgado en la historia del organismo, violando su propio convenio constitutivo. Se trata de una deuda ilegítima de 44.000 millones de dólares, que se destinaron en su totalidad a la fuga de capitales», denunciaron.
Olsson aclaró que no se trata de canjear la deuda de los países del «sur global» por fondos para adaptarse al cambio climático pues eso supondría reconocer que el endeudamiento es legítimo, sino de anular las deudas.
A su juicio, los países ricos deben responsabilizarse por el rol que cumplieron en generar las graves consecuencias planetarias de las emisiones de gases de efecto invernadero y se deben implementar los fondos del Acuerdo de París para que los países cuenten con recursos para adaptación y transición y con «garantías de justicia social y climática».
«De otro modo, quién se va a hacer cargo en el mediano plazo de las graves consecuencias del calentamiento global en los países que están empobrecidos por modelos de colonialismo y saqueo y que, además, están endeudados», se preguntó Olsson.