Buenos Aires, 11 ago (EFE).- Los precios al consumidor en Argentina avanzaron un 7,4 % en julio pasado, el mayor salto inflacionario mensual de los últimos 20 años, con una preocupante aceleración de los precios que se dispararon en medio de fuertes tensiones cambiarias y políticas.
Según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación se disparó en julio pasado al 71 % interanual, siete puntos porcentuales por encima de la variación registrada en junio último.
Los precios también se aceleraron notablemente con relación a junio, cuando la tasa de inflación había sido ya de un elevadísimo 5,3 %.
La magnitud del salto del 7,4 % registrado en julio es la mayor desde abril de 2002, cuando la inflación se disparó tras el estallido a finales de 2001 de una severa crisis política, económica y social en Argentina.
«En términos interanuales, la inflación minorista superó la barrera del 70 %, la más alta desde la hiperinflación de principios de la década de 1990», observó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
AL CALOR DE LAS TENSIONES
La fuerte aceleración de la inflación en julio se produjo en un contexto de sobresaltos políticos, con la renuncia, primero, de Martín Guzmán como ministro de Economía y su sustitución por Silvina Batakis y, tres semanas después, con el reemplazo de ésta por Sergio Massa al frente de la cartera económica.
En medio de estos cambios ministeriales, los mercados operaron con los nervios de punta, en particular en la plaza cambiaria, con un salto de hasta el 40 % en las cotizaciones paralelas del dólar estadounidense que, como es frecuente en Argentina, rápidamente se trasladó a los precios de la economía real.
«Luego de la renuncia de Guzmán, la volatilidad cambiaria y las mayores restricciones a la financiación de importaciones resultaron en el escenario ideal para acelerar una remarcación de precios que ya venía con una inercia elevada», apuntó la consultora LCG en un informe.
Los aumentos fueron generalizados, pero altamente preocupantes en los alimentos (6 %), subida que impacta de lleno en el valor de la cesta básica que marca la línea de la pobreza, ya muy elevada en Argentina (37,3 % en el segundo semestre de 2021, según el último dato oficial disponible).
A estos aumentos se sumaron en julio otros en gastos de vivienda y servicios públicos (4,6 %), salud (6,8 %), telefonía e internet (5,5 %) y educación (6,1 %).
COMBATE SIN MAGIA
El nuevo ministro de Economía argentino, Sergio Massa, aseguró que tiene la «obligación» de dar combate a la inflación, que ha acumulado en los primeros siete meses del año un alza del 46,2 %, pero aclaró que en esta tarea «no existe la magia».
Massa admitió que julio y agosto serán los dos meses del año «más dificultosos en materia inflacionaria», pero aseguró que desde septiembre la curva de precios comenzará a ceder a partir de las medidas que ya ha adoptado y las que tomará.
Hasta ahora, las medidas que ha anunciado apuntan a moderar el déficit fiscal y reducir la emisión monetaria, además de intentar aumentar las reservas monetarias para buscar estabilizar las variables macroeconómicas y aplacar el nerviosismo en los mercados.
RECALCULANDO AL ALZA
Según Eugenio Marí, en las últimas dos semanas el Gobierno «ha logrado estabilizar la situación, aunque con niveles de inflación altos».
«Para lograr revertir este ritmo inflacionario el Estado debe dejar de gastar más de lo que le ingresa, de manera que se reduzca la emisión monetaria y poder equilibrar el mercado de dinero», apuntó el economista.
En junio pasado, Argentina y el Fondo Monetario Internacional corrigieron al alza la proyección de inflación para 2022, hasta un rango de 52-62 %, desde una tasa del 50,9 % en 2021.
Pero incluso esas previsiones oficiales corregidas quedaron muy por debajo de las proyecciones de los consultores privados que mensualmente recaba el Banco Central para su informe de expectativas.
El último de estos sondeos, realizado a finales de julio y publicado la semana pasada, señalan que la inflación será este año del 90,2 % y que al menos hasta enero la tasa mensual no será menor al 5 %.
Natalia Kidd