Buenos Aires, 11 may (EFE).- El Gobierno de Argentina tachó de «agoreros de siempre que hacen su propio negocio» a las empresas estadounidenses que esta semana advirtieron que el país suramericano se encuentra al «borde» de una nueva crisis económica.
«Quien dijo que estamos de nuevo al borde de una nueva crisis no es un sector que invierte en Argentina, sino un señor del J.P.Morgan que tiene que ver con la banca financiera y las consultoras que fueron parte del Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) y de la debacle de Mauricio Macri», acusó la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti.
El presidente de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham), Facundo Gómez Minujín, dijo en un discurso en un encuentro el martes último, que Argentina vivirá este año «una inflación con recesión».
El también presidente del banco J.P.Morgan enumeró los factores que llevan a Argentina este año «al borde de una crisis, la décima desde la vuelta de la democracia» en 1983.
Cerruti respondió este jueves en rueda de prensa que «lo que dicen los gerentes del mundo financiero muchas veces tiene que ver con sus deseos».
Y explicó que son «parte de la maquinaria que genera especulación, pesimismo, incertidumbre y genera corridas», lo que calificó de «una realidad paralela que, como la economía se maneja con expectativas, termina concretándose en los hechos».
Minujín había mencionado la sequía sin precedentes, la falta de divisas para importar, el mercado cambiario totalmente regulado, el llamado cepo cambiario «que ya demostró no tener éxito», el comercio administrado y el ingreso a cuenta gotas de insumos industriales entre los factores que llevan a Argentina a una crisis.
El ejecutivo agregó que Argentina sigue «sin encontrar las soluciones a los problemas estructurales», como la pobreza, las crisis económicas recurrentes, la altísima inflación, la desigualdad de ingresos, la pérdida de la movilidad social y la calidad educativa.
La consecuencia es que «es imposible planear a largo plazo cuando no tenemos visibilidad en el cortísimo plazo», alertó Minujín.
Argentina sufre una alta inflación, del 104,3 % interanual en marzo pasado, la pobreza afecta al 39,2 % de la población urbana y las expectativas apuntan a una caída del producto interior bruto del 3 % este año.
Cerruti indicó que, a pesar de esas dificultades, Argentina presenta índices favorables, como que lleva 31 meses consecutivos de crecimiento del trabajo registrado (983 mil puestos), índices históricos de crecimiento de la actividad industrial (2,6 % en el primer trimestre y 3,1 % interanual en marzo pasado) y un empleo industrial que llegó a 33 meses consecutivos de crecimiento.