Santiago de Chile, 28 sep (EFE).- Dos camiones resultaron totalmente quemados la noche del martes tras un nuevo ataque incendiario registrado en la zona sur de Chile, escenario de un enconado conflicto territorial donde rige la militarización desde hace meses.
Según reportaron las autoridades, una banda de aproximadamente cinco personas encapuchadas atacó los vehículos de transporte de madera pasadas las 21:00 horas (00:00 GMT) en la ruta entre Purén y Lumaco, 650 kilómetros al sur de Santiago en la región de La Araucanía.
“Las primeras indagatorias nos indican que cinco sujetos portando armas de fuego, encapuchados, detienen a estos dos camiones forestales, proceden a intimidar a los conductores y seguidamente efectúan disparos al aire y a una de las cabinas, resultando lesionado por esquirlas de vidrio uno de los choferes”, señaló el prefecto de Malleco, coronel de Carabineros Cristián Mansilla.
Hasta el momento, personal de la Policía de Investigaciones (PDI) realiza peritajes para dar con los involucrados, en tanto no se encontraron en el lugar panfletos alusivos al conflicto territorial indígena.
Durante la tarde de ayer, el Congreso Nacional aprobó una nueva prórroga del estado de excepción constitucional que regirá por otros 15 días más en toda la región de La Araucanía y en las provincias de Arauco y Biobío, en la región del Biobío.
Esta zona sufre desde hace meses una escalada de sabotajes a maquinaria forestal, incendios a propiedades y viviendas, además de robo de madera y tiroteos.
Esta herramienta constitucional permite el despliegue militar en la zona para que ayude a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la «Pacificación de La Araucanía».
Parte de la izquierda y los movimientos indígenas sostienen que la militarización solo pone más tensión sobre el conflicto y defienden que son necesarias medidas más transversales y a largo plazo.