Ciudad de México, 11 ago (EFE).- Autoridades del estado mexicano de Coahuila, norte de México, donde hace 8 días colapsó una mina carbonífera producto de una inundación, informaron que este jueves continuaron con la intensa extracción de agua para intentar, en las próximas horas, el rescate de los 10 mineros que permanecen atrapados.
«Se revisaron los niveles de los pozos, la extracción de agua y las bombas que se tienen además de las perforaciones con bombeo y la estrategia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para el rescate en las próximas horas», dijo a medios el Gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, al término de la jornada.
Explicó que entre los avances que hubo en el día es que los buzos militares «sacaron dos vigas de madera que estaban estorbando el paso en el pozo 4 y la mayor ganancia es que lograron meter una bomba de 150 caballos de fuerzas, que ayuda a desaguar con mayor rapidez el pozo».
Riquelme señaló que con esos avances es posible que el personal de la Sedena vuelva a intentar una entrada este viernes a la mina, hasta la que llegaron familiares y amigos de los mineros atrapados tras cumplir una caminata y una vigila, con veladoras y oraciones, para la protección de sus seres queridos.
Previamente, en un comunicado, el Gobierno del estado detalló que este jueves se tenían programados trabajos de intercambio estratégico de bombas de agua, además del retiro de material que obstaculiza los tiros de la mina.
También señalaron que se continúan llevando a cabo perforaciones e introduciendo equipos de bombeo y apuntaron que el mando unificado a cargo del rescate, donde participan ingenieros mineros expertos, sigue con acciones de bombeo con las que han logrado reducir los niveles en los tirantes de agua.
El miércoles, tras una semana de trabajos para rescatar a los 10 mineros atrapados en la mina de El Pinabete, en el municipio de Sabinas, Coahuila, un buzo de la Sedena ingresó a uno de los pozos para evaluar las condiciones al interior e intentar la búsqueda de los mineros.
Tras la inmersión, el buzo informó que existen obstáculos para el ingreso, por lo que se deben concretar maniobras mayores para su retiro, lo que sucedió este jueves.
Este jueves por la mañana, Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil del Gobierno de México, afirmó en videollamada desde el sitio del accidente que sumaban ya «183 horas de trabajo ininterrumpido» desde que se reportó el derrumbe a las 13.35 hora local (18.35 GMT) el 3 de agosto, cuando se inundó la mina de carbón en Sabinas por el colapso de un muro.
«Jamás se suspenden labores. Se trabajan las 24 horas del día y nuestro trabajo lo pueden testificar los propios familiares de los mineros. El trabajo que realizamos acá es continuo», sostuvo la funcionaria.
La titular de Protección Civil había expresado el miércoles su confianza de «estar a horas» de que pudiesen entrar los buzos rescatistas.
Sin embargo, aunque hubo cuatro descensos en uno de los pozos inundados que hay en la mina, no hubo condiciones para que se consumara el rescate, reconoció ahora Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional (Sedena).
«No tienen espacio para avanzar, tienen obstrucciones, hay maderas, sigue habiendo ahí algunos polines (vigas), inclusive con las luces que llevan para poder observar en el interior no tienen la visibilidad que requieren», indicó el jefe del Ejército.
El derrumbe de la mina recuerda los trágicos accidentes que se han presentado en México en los últimos años.
De acuerdo con la Familia Pasta de Conchos, que agrupa a familiares de mineros fallecidos en el derrumbe de 2006 en la mina de ese nombre, también en Coahuila, se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería en esta zona de carbón desde entonces.