Ciudad de Panamá, 27 dic (EFE).- El sector bancario de Panamá ve a las listas grises internacionales y la crisis del seguro social como nubarrones que se ciernen en el 2023 sobre la economía del país que más crece en Centroamérica, y por ende en el sector bancario, en medio del desempeño positivo tras la debacle por la pandemia.
«Las perspectivas de los bancos siempre van ligadas a la economía», recalcó el presidente de la Asociación Bancaria de Panamá (ABP), Carlos Berguido, en una entrevista con EFE.
Es así que el derrumbe en un 17,9 % del producto interno bruto (PIB) en el 2020 arrastró a la banca, que ese año registró una caída del 45 % de las utilidades y del 4,4 % de la cartera crediticia.
El repunte económico del 2021 (15,3 %), y del 2022, un 11,8 % en el primer semestre, también impactó en los bancos, que este año vieron crecer en un 37 % su rentabilidad hasta octubre, con relación al mismo período del año anterior, según datos oficiales.
«Una economía que está creciendo demanda créditos, genera ahorros y eso propicia que la banca haga su rol. La gran pregunta es si la economía va a seguir con ese ritmo de crecimiento», porque hay «unos nubarrones que podrían venir a afectar este desempeño positivo», recalcó Berguido.
El Centro Bancario Internacional (CBI) de Panamá consta de 66 instituciones y es un pilar de la economía de servicios del país, que según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) crecerá un 7 % este 2022 y un 4 % en el 2023.
LAS LISTAS Y MOTE DE PARAÍSO FISCAL
Panamá, un país de 4,2 millones de habitantes y de economía dolarizada, tiene años luchando contra la imagen de paraíso fiscal.
Berguido y en general todas las autoridades del país aseguran que se ha hecho «un esfuerzo tremendo» para salir de la lista del Grupo de Acción Financiera (GAFI) y de la elaborada por la Unión Europea (UE), que señalan deficiencias en la lucha contra el blanqueo.
Este es «el primer nubarrón. Es importantísimo demostrar fehacientemente que Panamá, y somos unos convencidos de que no lo somos, no es un país que propicie, facilite, ni que atraiga la actividad criminal», afirmó Berguido.
«El estar en esas listas inhibe, desalienta la inversión extranjera, la transaccionalidad extranjera en el país y eso es algo muy peligroso para Panamá, que está plenamente inserto en los mercados internacionales», argumentó.
Berguido reconoció que «hay tareas que hay que completar» para salir de las listas, pero que aspira a que así sea «a mediados» del 2023, y que el Gobierno haga un «esfuerzo diplomático» con la ayuda de sus aliados para que el GAFI y Europa dejen de ver al país como «el enemigo, cuando se ha comportado como un aliado siempre».
LA CRISIS DE LAS PENSIONES
Uno de los dos subsistemas de pensiones del seguro social panameño está a punto de quedarse sin fondos, en una larga crisis que ha sido esquivada durante años por sucesivos Gobiernos. Si bien su solución pasa por medidas impopulares, seguir evadiendo el asunto puede salir tan caro al país como perder el grado de inversión, según los analistas locales y organismos internacionales.
«El sistema de pensiones tiene que ser elevado a un nivel de prioridad absoluta, porque dependiendo de cómo y cuándo se encare podría generar dudas sobre la viabilidad económica-financiera del Estado» y afectar la paz social, dijo Berguido.
Tiene que haber «una certeza de que la gente va a recibir sus pensiones a tiempo, y que eso no se va a convertir en un drenaje demasiado grande en las finanzas públicas», destacó.
Está en juego además una cuestión «tan importante para el país como la calificación de riesgo, que impacta a todo el Estado», pues perderla «encarece todo. El crédito, el financiamiento público y privado, se hace más escaso», añadió.