La Paz, 18 mar (EFE).- El Gobierno boliviano ajustó la proyección de crecimiento económico para 2021 de un 4,8 %, anunciado en diciembre pasado, a un 4,4 %, que se encuentra en el Programa Fiscal Financiero firmado este jueves por las principales autoridades del área económica.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, y el presidente interino del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, firmaron el documento en un acto en la casa de Gobierno en La Paz encabezado por el presidente del país, Luis Arce, quien permaneció durante al menos una semana sin aparecer en público.
Tanto Arce como Montenegro arremetieron contra el Gobierno transitorio de la expresidenta Jeanine Áñez, al que acusaron de un «manejo irresponsable» de la economía nacional en 2020, un año marcado por la aparición de la covid-19, que tuvo un impacto negativo a nivel global.
El mandatario, que fue ministro de Economía de Evo Morales entre 2006 y 2017 y también en 2019, aseguró que las medidas asumidas desde que asumió la Presidencia en noviembre pasado permitieron obtener hasta el momento indicadores «alentadores», aunque «queda aún un largo camino» por recorrer.
Según Arce, lograr un 4,4 % de crecimiento en la gestión 2021 supondrá «una recuperación muy rápida de la economía», que llegó a caer a un 11,1 % hasta el segundo trimestre de 2020.
Esta recuperación está basada en la participación estatal y medidas que «están enterrando en definitiva el intento de aplicación del modelo neoliberal que se estuvo haciendo desde noviembre de 2019», manifestó el presidente.
El porcentaje de crecimiento del producto interior bruto (PIB) es inferior al 4,8 % anunciado en diciembre pasado, cuando el Ministerio de Economía presentó una modificación al proyecto de Presupuesto General del Estado (PGE) 2021 en medio de cuestionamientos al 4,2 % proyectado por el Gobierno transitorio de Áñez.
El programa financiero presentado en esta jornada también prevé cerrar el año con una inflación de 2,6 %, inferior al 3,1 % proyectado inicialmente en el PGE.
Montenegro también indicó que se prevé un déficit del sector público de 9,7 % y una inversión pública de 4.011 millones de dólares, elementos que permitirán «generar un entorno de estabilidad macroeconómica, de crecimiento económico y también de redistribución del ingreso».
«Son los elementos que queremos acordar con el BCB para dar certidumbre a los agentes económicos y mostrar que la economía está creciendo», agregó el ministro.
Por su parte, Arce destacó la disminución prevista para el déficit fiscal de cerca del 12 % registrado en 2020 al 9,7 % proyectado para este año, pues, según dijo, se apunta «a un cierre gradual de ese desmedido y la equivocada política que aplicó» el Gobierno transitorio.
Después de registrar superávits fiscales entre 2006 y 2013, Bolivia empezó a tener déficits desde 2014, año en que también empezó un declive de la economía boliviana tras alcanzar un pico de crecimiento de 6,8 % en 2013.