La Paz, 30 abr (EFE).- La anhelada industrialización del litio boliviano ha vuelto a la agenda gubernamental como «prioridad» con miras al bicentenario de la independencia del país en 2025, para lo cual el Ejecutivo de Luis Arce diseñó una estrategia que ahora incluye el uso de la tecnología de extracción directa (ELD).
En un evento en La Paz, Arce aseguró que la agenda 2021-2025 de la industrialización del litio es «prioridad» para su Gobierno, por lo que se diseñó una estrategia «rumbo al bicentenario».
«Esta estrategia comprende ejecutar proyectos paralizados; pero se agrega un componente estratégico que consiste en adicionar una tecnología de extracción directa del litio (EDL) que nos permitirá innovar y acelerar sobre todo nuestra inclusión en la industria del litio a nivel global», resaltó el gobernante.
Arce lamentó que la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) estuviera «parada» durante la gestión transitoria de la expresidenta Jeanine Áñez con una supuesta intención de «volver al pasado y de entregar» los recursos naturales «a los afanes transnacionales».
«Hay un tiempo que hemos perdido y que debemos recuperar. Y esa recuperación nos obliga a mejorar la tecnología para tener resultados más temprano, caso contrario el proceso de industrialización de nuestro litio con el esquema anterior no iba a garantizar frutos a la brevedad», manifestó.
En ese afán, el Ejecutivo boliviano convocó en esta jornada a las empresas interesadas en probar en el país su tecnología de EDL con las salmueras de los salares bolivianos de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes, algo considerado un «hito» por las autoridades nacionales.
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, quien participó en el evento junto a Arce, explicó que mediante un proceso de EDL, se separa el litio de los iones de potasio, sodio, calcio, magnesio y sulfatos que se encuentran en las salmueras.
«La aplicación de estas tecnologías podrá generar un salto sustancial no solamente en el proceso productivo, dado que al realizarse de manera directa tendrá un menor impacto en el medio ambiente y podrá incorporar mayor productividad en la producción de carbonato de litio y otros derivados», destacó Molina.
Esto acelerará el proceso de industrialización del litio, agregó.
RESERVAS Y PROYECTOS
Bolivia posee unas reservas de 21 millones de toneladas de litio, unas de las mayores de todo el mundo, la mayor parte en el salar de Uyuni en la región andina de Potosí, y en menor proporción en los yacimientos de Pastos Grandes, también potosino, y Coipasa, compartido entre el departamento boliviano de Oruro y Chile.
El litio boliviano estuvo en la mira tras la salida de Evo Morales de la Presidencia en noviembre de 2019, pues el exmandatario ha asegurado varias veces que se vio obligado a renunciar por un supuesto golpe de Estado en su contra promovido por intereses como los de Estados Unidos sobre este recurso.
La crisis de 2019 coincidió con una protesta regional en Potosí por un decreto de Morales que autorizó una sociedad mixta entre YLB y la alemana ACI Systems (ACISA) para producir hidróxido de litio, entre otros componentes.
El decreto fue anulado luego, una semana antes de la renuncia de Morales a la Presidencia.
El Gobierno de Arce ha acusado al de Áñez de intentar entregar el litio a empresas extranjeras, aunque la gestión de la expresidenta transitoria se limitó a mantener los proyectos iniciados por Morales y no tomó decisiones sobre posibles alianzas con inversionistas extranjeros.
Actualmente Bolivia tiene en funcionamiento plantas de industrialización de sales, de cloruro de potasio, una piloto de carbonato de litio y está en construcción otra de mayor escala en la que se prevé producir unas 15.000 toneladas, indicó Molina.
También tiene una planta piloto de materiales catódicos y próximamente prevé inaugurar otra de baterías de ión litio y un centro de investigación y tecnología en Potosí, agregó.
En el evento se expusieron maquetas de las plantas de carbonato de litio y cloruro de potasio y de las piscinas para el tratamiento de las salmueras, además de muestras de las baterías para vehículos y equipos electrónicos que se han empezado a elaborar en pequeña escala en el país.
Arce y Molina también manejaron un prototipo de vehículo que funciona con una batería producida con el litio boliviano.