La Paz, 19 ago (EFE).- Las autoridades bolivianas gestionan con una empresa española la resolución del contrato y la devolución de unos 2,2 millones de dólares pagados por la compra de unos respiradores clínicos, que está bajo investigación judicial en Bolivia por supuesto sobreprecio.
El viceministro interino de Justicia de Bolivia, Huberth Vargas, dijo este miércoles a los medios en La Paz que el objetivo es llegar a una conciliación con la empresa intermediaria que los vendió al Ministerio de Salud boliviano, para resolver el contrato.
«Y a su vez tramitar la devolución del primer anticipo que se había otorgado», comentó esta autoridad del Ministerio de Justicia boliviano.
Huberth indicó que se está en espera de un informe de la estatal Agencia de Infraestructura en Salud y Equipamiento Médico (AISEM) para conocer dónde y cómo se encuentran los respiradores.
Los 175 equipos fueron adquiridos en España a través de la intermediaria IME Consulting Global Services en una compra por un total de cerca de 4,7 millones de dólares y llegaron en mayo pasado a Bolivia, donde se denunció que no eran aptos para enfermos críticos de la COVID-19 y que se habían contratado con un sobreprecio de cerca de 3 millones de dólares.
Un informe de AISEM revela que se desconoce dónde se encuentran 95 de estos equipos y los otros 75 carecen de algunas partes, según publicó el diario Página Siete de La Paz.
La Fiscalía investiga un caso de supuesta corrupción, con varios funcionarios, entre ellos un exministro de Salud y un cónsul boliviano en España, para los que se decretó en prisión preventiva y detención domiciliaria, tras trascender que la compra fue realizada con una inusual rapidez en pocos días y sin atender a observaciones de empleados del Ministerio y de la AISEM.
A raíz de este caso, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ordenó revisar todas las compras públicas para el sistema de salud, con el fin de garantizar la transparencia y evitar la corrupción.
Posteriormente, el Ministerio de Salud sacó a licitación la compra de 176 ventiladores para unidades de terapia intensiva de hospitales que atienden a pacientes críticos con COVID-19, en el marco de un financiamiento del Banco Mundial para reforzar el sistema de salud boliviano ante la pandemia del nuevo coronavirus.
