La Paz, 20 ene (EFE).- El Gobierno boliviano proyecta la construcción de una segunda planta de urea cuya producción sea destinada netamente a la exportación, con miras a convertir al país en un «hub» de fertilizantes en la región, informó este viernes el presidente de la estatal petrolera YPFB, Armin Dorgathen.
El máximo ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) destacó en un encuentro con medios locales e internacionales en La Paz que en 2022 la industria de la urea tuvo un buen desempeño, con una producción superior a las 364.000 toneladas métricas.
«Tenemos como meta la construcción de una segunda planta de urea. Estamos analizando cuáles serían los volúmenes», así como el lugar donde se situaría esta nueva industria, indicó Dorgathen.
Según el ejecutivo, «a priori» se ha visto que «sería interesante» construir una industria con el doble de capacidad de la petroquímica estatal que ya opera en la localidad de Bulo Bulo, en la región central de Cochabamba.
Dorgathen destacó que ya hay familiaridad con el comportamiento del mercado de la urea en países vecinos como Paraguay, Argentina o Brasil y que incluso el año pasado hubo «ofertas de compra desde Europa» para el fertilizante boliviano que se hace a partir del gas natural.
Además de la urea, Bolivia produce cloruro de potasio (KCL), que es otro fertilizante, y construye una planta de producción de fertilizantes granulados llamados también NPK hechos a partir de nitrógeno, fósforo y potasio.
Con estos proyectos, el presidente de YPFB consideró que se podrá «convertir a Bolivia en un ‘hub’ de fertilizantes».
La planta de Bulo Bulo fue puesta en marcha en 2017 con una capacidad diaria de producción de 2.100 toneladas de urea y 1.200 de amoniaco.
Según datos de YPFB, en 2022 las ventas de urea generaron ingresos por 350 millones de dólares.
Al margen del «mercado formidable para la urea» que se tiene en la región, Dorgathen remarcó que la producción del fertilizante va de la mano con la meta nacional de garantizar la «seguridad alimentaria».
Agregó que la industria en funcionamiento seguirá teniendo como prioridad el abastecimiento interno del fertilizante, mientras que el objetivo de la segunda planta «principalmente va a ser la exportación».