Brasilia, 26 ene (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, envió este martes un optimista mensaje a inversores extranjeros, al garantizar que su Gobierno retomará este año la agenda de reformas y privatizaciones y avanzará en la vacunación contra la covid-19.
El mandatario participó en una videconferencia organizada por el banco Credit Suisse y se comprometió para 2021 con la recuperación de una plena austeridad fiscal, tras los gastos extraordinarios que el año pasado demandó el combate a la pandemia de coronavirus.
«En el ámbito fiscal, mantendremos un firme compromiso con las reglas del techo de gastos», que limitan el aumento del presupuesto estatal, «y con la sustentabilidad y la credibilidad económica», indicó Bolsonaro junto a su ministro de Economía, Paulo Guedes.
«No vamos a dejar que medidas temporales relacionadas a la crisis se conviertan en compromisos permanentes de gastos», dijo Bolsonaro en alusión a los subsidios que su Gobierno dedicó a los más pobres y desempleados durante el año pasado, frente a la parálisis económica que provocó la pandemia.
En ese marco, aseguró que en 2021 «se acelerará el programa de privatizaciones y se le dará continuidad a la mejora del ambiente de negocios», con una simplificación de procesos burocráticos que haga más atractiva «la cartera de proyectos estratégicos a largo plazo» que tiene el país, sobre todo en el área de infraestructura.
Desde enero de 2019, cuando el líder conservador llegó al poder con una agenda económica ultraliberal, el Gobierno ha elaborado una lista de poco más de 100 empresas estatales que pretende traspasar al sector privado.
Sin embargo, esos planes han chocado con el poco interés de los inversores, que se agudizó con la pandemia, y ciertas resistencias en el Parlamento, que debe autorizar la privatización de algunas de esas empresas.
La crisis sanitaria que comenzó el año pasado todavía no ha sido superada y Brasil se mantiene como uno de los países más afectados por la pandemia, con casi 218.000 muertos y 8,8 millones de casos.
El coronavirus ha dejado graves secuelas económicas, que tienen como reflejo una caída del PIB que para 2020 se calcula en un 4,5 %, y una situación fiscal totalmente deteriorada, agravada por una acentuada reducción de la recaudación tributaria y un creciente desempleo, que está en torno al 14 %.
VACUNACIÓN EN MASA PARA GARANTIZAR LA RETOMADA ECONÓMICA
Según el Ministerio de Economía, ese panorama cambiará en 2021, para cuando espera un crecimiento cercano al 3 %, aunque el propio Guedes ha dicho que eso dependerá de una «vacunación en masa» que permita «una vuelta segura» al trabajo y la consecuente retomada de las actividades económicas, la oferta de empleo y el consumo.
En ese sentido, Bolsonaro dijo a los inversores que el Gobierno se empeña para asegurar la vacunación de todos los 210 millones de brasileños, pese a que muchas veces ha puesto en duda la verdadera eficacia de los antídotos que existen.
«Ya somos el sexto país que más vacunó en el mundo», aseguró el mandatario sin precisar datos, y apuntó que «en breve estaremos en los primeros lugares, para darle más seguridad a todos, de modo que la economía no deje de funcionar».
Según los cálculos del Gobierno, Brasil cuenta hasta ahora con apenas unas 12 millones de dosis de vacunas, una cantidad que es insuficiente hasta para inmunizar a aquellas personas consideradas de alto riesgo.
Bolsonaro también se mostró a favor de una iniciativa promovida por empresas privadas del país, que pretenden adquirir vacunas por su propia cuenta para suministrarlas entre sus empleados.
«El Gobierno es favorable», declaró el presidente, quien valoró que eso tendría «costo cero» para el Estado.
En ese punto, el ministro Guedes agregó que una posibilidad, en caso de que esas operaciones sean autorizadas, sería que «por cada vacuna» que compren las empresas privadas, sea donada «una dosis» a la red de salud pública nacional.