Brasilia, 2 jun (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, previó este jueves que la crisis desatada por el alza de los precios de los combustibles se agravará en el país y «en todo el mundo», pero en el caso de Brasil lo atribuyó a los Gobiernos anteriores.
«La Unión Europea dijo que no va importar más petróleo de Rusia, Estados Unidos intentó hace poco importar petróleo de la Venezuela de (Nicolás) Maduro, los americanos dijeron que no van a aumentar su producción y Brasil no tiene cómo aumentar la suya», declaró a un pequeño grupo de seguidores en su residencia oficial.
De ese modo, consideró que «la crisis de los combustibles se va a agravar» y dijo que «si fuera solo en Brasil» la población podría responsabilizar a su Gobierno, aunque subrayó que «es así en todo el mundo».
De todos modos, sostuvo, que en el caso de Brasil, el aumento de los precios de los combustibles y su impacto en la inflación, que en mayo pasado alcanzó un 12 % anual, se debe a «los Gobiernos del PT», en referencia al Partido de los Trabajadores, del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, su mayor antagonista político.
«Brasil importa diesel y gasolina porque unas refinerías que se comenzaron a hacer con el PT» no fueron terminadas, dijo el líder de la ultraderecha, que pretende renovar su mandato en las elecciones de octubre próximo, para las que todas las encuestas indican como claro favorito precisamente a Lula, quien gobernó entre 2003 y 2010.
La elevada inflación es considerada uno de los factores que han derrumbado el apoyo a Bolsonaro, que actualmente los sondeos ubican en torno a un 30 %, frente al cerca del 45 % de intención de voto que le atribuyen al candidato progresista.
En las últimas semanas, Bolsonaro ha insistido en que la presión inflacionaria responde a una «guerra a más de 10.000 kilómetros de distancia», en alusión a la invasión rusa a Ucrania, y al parón que la economía sufrió entre 2020 y 2021 debido al impacto de la crisis sanitaria desatada por la pandemia de covid-19.