Brasilia, 5 may (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, hará este viernes la visita oficial a Guyana que, en enero pasado, debió cancelar por la muerte de su madre, y que tiene como principal meta negociar una mayor cooperación energética entre ambos países.
Bolsonaro será recibido en Georgetown por su homólogo Irfaan Ali, quien tiene especial interés en contar con la vasta experiencia de la empresa brasileña Petrobras para avanzar en el desarrollo de los yacimientos de petróleo y gas descubiertos en Guyana en los últimos años, situados en su mayoría en alta mar.
En ese potencial de hidrocarburos, el Gobierno de Ali deposita buena parte de su apuesta para reforzar la bonanza económica que vive Guayana, que está apoyada sobre todo en la explotación de unas reservas de crudo calculadas en unos 10.000 millones de barriles.
Petrobras ya ha declarado su interés en participar en ese negocio y aportar su experiencia en las operaciones en aguas profundas, como las que desarrolla desde hace décadas en el extenso litoral marítimo brasileño, en el que extrae petróleo a profundidades superiores a los 5.000 metros.
Según han dicho fuentes oficiales brasileñas, Bolsonaro, por su parte, pretende continuar las negociaciones para conectar la red eléctrica guyanesa con el estado de Roraima, en el norte de Brasil y fronterizo con Venezuela, al igual que Guyana.
Roraima es el único estado brasileño que no está integrado al sistema nacional eléctrico y durante años dependió de la energía importada de la represa venezolana de Guri.
Sin embargo, la severa crisis en Venezuela y las diferencias políticas entre el ultraderechista Jair Bolsonaro y el Gobierno bolivariano de Nicolás Maduro llevaron a que Roraima pasara a ser abastecido en su mayor parte por termoeléctricas nacionales, que son más caras y contaminantes.
Roraima, uno de los estados más pobres de Brasil y puerta de entrada para los venezolanos que dejan su país huyendo de la crisis económica, social y política, también tiene un especial interés en el tendido de un cable de fibra óptica desde Georgetown hasta la capital regional, Boa Vista.
Ese cable tendría una extensión de unos 600 kilómetros y se prevé que mejoraría el acceso a internet no sólo en buena parte del estado de Roraima, sin también en las zonas agrícolas del interior de Guyana, en las que también el servicio es precario.
En algunos de esos proyectos de cooperación tiene participación también Surinam y de hecho fueron discutidos por Bolsonaro, Ali y el presidente de esa nación, Chandrikapersad Santokhi, durante una reunión sostenida el pasado 20 de enero en Paramaribo.
Desde la capital surinamesa, el presidente brasileño viajaría hacia Georgetown para una nueva reunión con Irfaan Ali, pero fue sorprendido por la muerte de su madre, Olinda Bonturi Bolsonaro, a los 94 años, lo que le obligó a regresar a Brasil y posponer esa cita, que finalmente se concretará este viernes.
