Santiago de Chile, 14 oct (EFE).- El presidente de Chile, Gabriel Boric, informó este viernes que México y Nueva Zelanda aceptaron las cartas bilaterales para dejar sin efecto el mecanismo de resolución de controversias entre inversionistas y el Estado estipulado en el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico, conocido como TPP-11.
“Estamos tratando de conseguir cartas laterales con diferentes países. Ya las conseguimos con México y Nueva Zelanda y estamos bien avanzados con Perú. Hemos tenido una conversación interesante con Australia y Vietnam”, señaló el mandatario chileno en entrevista con una radio local de Antofagasta, en la desértica zona norte del país.
El TPP-11, considerado el tercer acuerdo comercial más grande del mundo, fue aprobado esta semana por el Congreso Nacional tras cuatro años de tramitación parlamentaria y múltiples resistencias desde organizaciones civiles.
Sin embargo, el Ejecutivo decidió trazar una estrategia de «side letters», mecanismo de negociación con cada una de las partes respecto a los puntos del capítulo 9, referente al de conflictos entre Estados parte e inversionistas para que no sean aplicables.
Frente a los cuestionamientos de la oposición al adoptar esta postura, incluso condicionando el apoyo a reformas claves para su gobierno, Boric reafirmó el respeto a la soberanía del Poder Legislativo.
“Vamos a cumplir el mandato que tenemos desde allí. No quiero entrar en una guerra con el Senado, bajo ningún punto de vista”, señaló el jefe de Estado chileno.
Además, Boric explicó que sus primeros reparos ante el acuerdo comercial «han variado».
“En esta discusión muchas veces pareciera que hay una cierta impermeabilidad a los argumentos, a los hechos de lado a lado, y por eso es importante tratar de poner la pelota al piso”, apuntó.
“Después de la salida de Estados Unidos y el ingreso de Canadá, bajo el liderazgo de Justin Trudeau, recordemos que Estados Unidos se sale en el Gobierno de (Donald) Trump, cambian ciertos aspectos que eran más críticos para nosotros”, agregó.
En vigor desde diciembre de 2018, el acuerdo busca eliminar o reducir barreras arancelarias en los 11 países miembros (Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam) y abarca un mercado de casi 500 millones de personas, lo que representa el 13 % del PIB mundial.