Madrid, 31 mar (EFE).- El ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, cree que tanto la adhesión de Brasil a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur se lograrán «en dos años y medio», ya que la actual situación geopolítica y la guerra en Ucrania aceleran estos procesos y provocan que este país se vea «como una solución» en materia de suministro energético y de productos agroalimentarios.
En una entrevista con EFE, Guedes analizó cómo Brasil avanza a más velocidad que otros países para ser miembro de la OCDE, con iniciativas como la anunciada hace dos semanas sobre la reducción progresiva del Impuesto sobre Transacciones Financieras sobre las divisas, una medida exigida para ingresar en esta organización y que supone que se elimine en 2028 para todas las operaciones de este tipo.
La economía brasileña “se ha recuperado más rápido que el resto del mundo ante la crisis del coronavirus” -el PIB bajó un 3,88 % en 2020 “mucho menos que en otras regiones y países” y subió un 4,62 % en 2021- manteniendo una política monetaria expansiva, creando casi tres millones de nuevos empleos en 2021 y fomentando la economía digital y el emprendimiento “con una ley de startups que ha permitido que existan más de un centenar de unicornios” (empresas valoradas en más de 1.000 millones de euro).
En su viaje a España y Francia esta semana, se reunió el lunes con el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, en París, para analizar los esfuerzos de su gobierno en el proceso de adhesión a la organización, al entender que contribuirá positivamente al proceso de modernización económica y normativo puesto en marcha para mejorar “la tributación, las finanzas y la inversión extranjera”.
En enero, la OCDE formalizó la invitación para que Brasil ingresara en la organización y el país se encuentra en una fase avanzada de “convergencia, habiéndose adherido a 104 de los 251 instrumentos normativos de la organización”. Este proceso “suele durar unos cinco años”, pero en el actual escenario “serán dos años y medio”, incidió.
En sus estimaciones, Brasil será, después del 2024, el único país del mundo en ser parte del G20, pertenecer a la OCDE y ser una economía emergente BRIC (Brasil, Rusia, India y China)
Guedes recordó que Brasil se ha enfrentado en las últimas décadas a una inflación disparada, a la hiperinflación, a la volatilidad de su moneda y a una pandemia global, pero con sus peculiaridades y sin olvidar la lucha contra las enfermedades tropicales, lo que hace que su economía ya esté “entrenada” ante momentos difíciles como el actual.
De hecho -destacó- es el único país del mundo que durante la pandemia fue capaz de culminar sus reformas estructurales, “la independencia del banco central, la nueva arquitectura fiscal, la ley de emprendimiento, la digitalización de trabajos y en el acceso a coberturas sociales…”, recordó Guedes, que este jueves tiene previsto reunirse con su homóloga española, Nadia Calviño.
Al ser preguntado por el retraso en la anunciada privatización de empresas como la eléctrica Eletrobras o Correos, señaló que algunos de estos procesos se culminarán “este mismo año”.
Sobre las próximas elecciones presidenciales de octubre y la circunstancia de que Luiz Inácio Lula da Silva lidere las encuestas publicadas sobre estos comicios, consideró que algunas políticas del expresidente pueden asustar a los inversores internacionales, que aprecian la actual seguridad reguladora, ya que anuncia su voluntad de echar atrás algunas leyes, “pero sus propios compañeros de campaña le han advertido de que eso no es lo correcto”.
“En Brasil han crecido las instituciones y su economía y eso no se debe echar atrás”. Y más “en un mundo que se estaba recuperando del covid, llega la guerra, y ahora se deben reordenar los procesos productivos”. Por eso “Brasil es un lugar en el que invertir los próximos años, con una economía liberalizada y con capacidad para recibir inversión y ofrecer seguridad energética y de alimentos”.