Sao Paulo, 21 sep (EFE).- Brasil, el mayor productor y exportador mundial de café, recogerá este año una cosecha de 46,9 millones de sacos (de 60 kilos) del grano, una caída del 25,7 % frente a la de 2020 debido a las fuertes heladas que golpearon el país, según una proyección divulgada este martes por el Ministerio de Agricultura.
Tras recoger una cosecha récord en 2020, de 63,08 millones de sacos del grano, Brasil sufrirá una caída en su producción cafetera, influida por efectos «fisiológicos» y «climáticos», de acuerdo con un informe divulgado por la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab).
Mientras que la producción deberá caer un 25,7 % frente al resultado de 2020, el área de cultivo, a su vez, está estimada en 1,8 millones de hectáreas, lo que supone una reducción del 4,4 % con respecto a la cosecha anterior.
La pesquisa de la Conab se llevó a cabo en momentos en que más del 95 % del área cultivada ya ha sido cosechada, lo que confirma la «considerable reducción» en la producción cafetera de este año.
El resultado fue impactado por los efectos del ciclo bianual del café (por el que una cosecha buena siempre es seguida por una mala), observado en diversas regiones productoras, y también por las condiciones climáticas «adversas» de sequía en muchas localidades, además de las fuertes heladas que azotaron el país entre junio y julio de este año.
«Esos factores influyeron tanto para la reducción del rendimiento medio como para la disminución del área en producción», explicó la entidad en el informe.
Solo en el estado de Minas Gerais (sureste), el principal polo productor de café de Brasil, la cosecha deberá reducirse en un 38,1 %, bajando hasta 21,4 millones de sacos.
Asimismo, la producción nacional de la variedad arábiga, que representa cerca del 82 % de las exportaciones brasileñas de café, deberá alcanzar los 30,7 millones de sacos este año, un 36,9 % menos en la comparación con el volumen recogido en la cosecha anterior.
La producción del café conilon, en cambio, deberá llegar a 16,15 millones de sacos, lo que indica un aumento del 12,8 % frente al resultado obtenido en 2020.
Pese a la caída en la cosecha, las exportaciones del grano siguen en tendencia alcista. Solo entre enero y agosto, Brasil embarcó al exterior 28,4 millones de sacos de 60 kilos de café verde, un volumen en un 8,7 % superior al récord de 43,9 millones de sacos exportados en igual periodo del año pasado.
Según la Conab, las exportaciones tienden a continuar al alza en razón de la valorización del café en el mercado internacional y la elevada tasa cambiaria en Brasil.
No obstante, la entidad reconoció que, en el mercado interno, hay una «limitación en la disponibilidad» del grano, lo que también ha encendido la alerta de los productores respecto a la cosecha que será recogida en 2022, que aún deberá sentir los impactos de la prolongada sequía y de las heladas de este año.
«Además de los problemas climáticos sobre la producción, el nivel elevado de las exportaciones acentúa aún más la restricción de la oferta interna y el aumento de los precios en el mercado doméstico», destacó la Conab.